Aunque haya cambiado de nombre, sigue manteniendo el mismo espiritu de Los Tres Caracoles, con Kiko al frente de la cocina para delicia de los comensales. Evidentemente se ha visto obligado a realizar cambios en su carta por la coyuntura económica actual, si bien en el último e-mail recibido de esta misma semana y a solicitud de algunos asistentes habituales, vuelve a recuperar algunos platos con los cuales se ha ganado la admiración y el prestigio de clientes y amigos.
Fue una cena un tanto informal puesto a preferimos mayor variedad de entradas y una carne ibérica para compartir....así que hago relación de los mismos:
Jamón ibérico (sabroso y bondadoso plato)
Ajoarriero diferente (como siempre muy fino y sabroso...AH!, y no se repite :-))
Ensalada de la casa (completa, con queso, frutos secos, toque dulce y por supuesto variedad de verduras)
Clóchinas al vapor (del terreno y en su punto)
Anchoas del cantábrico con tomate natural rallado, aceite de oliva virgen extra y ventresca.
All i pebre de anguilas (aquí lo borda...fantástico)
Patatas bravas y croquetas de boletus.
Finalizamos como he indicado anteriormente con la carne a la plancha, en su punto, sabrosa y buena textura.
De la bodega hicimos uso de una botella Quinta de Tarsus crianza 2007, ya que aportamos una botella de VS, no cobrándonos por el servicio. La bodega igualmente se ha visto reducida en cuanto a cantidad y calidad.
Una de las mayores diferencias que aprecio es el tema de las copas para el vino...personalmente considero debería revertir la situación y recuperar las que disponía previo al cambio, sobre todo para aquellos clientes que se decanten por un vino de mayor calidad.
Como postres, 2 pastel de calabaza y 2 tartas de queso (ambas de elaboración casera), y 1 helado de turrón. Nos obsequiaron con la botella de mistela moscatel, invitación de la casa.
Iniciamos con martini blanco, cervezas y otros refrescos, finalizando con cafés y cortados.

No castigare al sufrido lector con los mismos datos aportados en cuanto al detalle de la cena por los amigos Almolo y Francescf, puesto que han sido expuestos ampliamente por ambos, así como su apreciación objetiva de los mismos.
Comparto plenamente el minucioso detalle de cada plato del amigo Francesc, así como el estado de los mismos, aunque en mi caso sí me gusta el queso y soy un ferviente seguidor y degustador del bacalao….me pirro por el.
Pero sin lugar a dudas y al margen de los platos indicados y excelente elaboración y presentación, con mucho cariño por parte del amigo Kiko, lo que realmente cuenta es haber conocido a gente encantadora, que deja su anonimato (virtual) para convertirse en amigos reales, compartiendo afinidades de éste extraordinario mundo que es el vino, y por supuesto la buena gastronomía.
Al margen del impresionante vino Pedrouzos, me vienen a la mente el Evaristo (Syrah) que me pareció un vino fantástico, al igual que un Altos de Losada La Bienquerida, igualmente en formato Magnum, el cual fue abierto el día anterior para la cena y que estaba en un estado de forma excelente, sin olvidar tampoco el Anastasio….entre otros muchos .
Repito, la cena muy buena y la compañía ¡¡EXCELENTE!!.
Aquí un amigo.
P.D. Local en obras por cambio de ciclo.

Como ya ha comentado anteriormente FrancescF este restaurante era el anterior "Los 3 caracoles" y el menú era concertado a 50€, precio algo (bastante) inflado supongo que por las circunstancias de la cena.

La sensación al entrar fue como si no nos esperasen y en ese sentido hubo algo de falta de organización, supongo que debido también al "caos" y "anarquía" que reinaban. Nos las vimos y nos las deseamos para poder disfrutar de la cantidad de vinos que había, de forma más o menos ordenada y con unas temperaturas más o menos correctas. Las copas que nos sacaron para la ocasión fueron mejorables.

El menú estaba formado por una serie de entrantes (la mayoría para compartir), plato principal y postres para compartir también.
Como platos destacables unos impresionantes (con un diámetro XXL)corazones de alcachofas con salsa de almejas; unos excelentes Escalopines de foie fresco de pato a la plancha con manzana caramelizada sobre nido de kataifi y reducción de PX, combinación muy conseguida; un sorprendente y ligerísimo pastel de calabaza, realizado solamente con calabaza, agua, azúcar y la tarta de queso con arándanos, la primera tarta de este tipo de las que he probado, que sabe realmente a queso. Lástima que llegara demasiado fría.
El resto de los platos estuvieron correctos.

Una cocina con elaboraciones sencillas y que intenta por encima de todo preservar los sabor originales, sin enmascararlos.

Tomamos cantidad y calidad de vinos, con atención especial a un impresionte Pedrouzos en formato Magnum (no recuerdo la añada) que hizo sin duda, junto con el resto de los vinos, las delicias de los participantes en esta especial velada con amigos de verema.

Cena con menú concertado para 14 el sábado del 10º encuentro de verema.

El local está todavía en obras. Además, ha cambiado de nombre. Ha pasado de "Los tres caracoles" a "Fideualia", cambiando también su cocina, ahora más accesible y del gusto del gran público. Kiko, el dueño y cocinero, sigue haciendo sus platos anteriores por encargo.

Tomamos:
- Crema de alcachofas con almejas - Sin gustarme las alcachofas, me comí mi porción. Riquísima la salsa.
- Ajoarriero diferente - Sin gustarme el bacalao, también lo probé. Debía estar bueno, porque sabía a bacalao ;-P
- Minibrochetas de pulpo a feira con cachelos - Original presentación de este plato tradicional. Muy bueno.
- Rollitos de langostinos, vieiras y boletus con salsa de camarones - Me encantó. Muy sabrosos. Esto sí son rollitos y no los de primavera ;-P
- Pimientos de piquillo rellenos de cremoso de morcilla suave de cebolla con bechamel de pimientos amarillos - Samwe tardó menos en comerse su ración y la mía que yo en escribir el nombre del plato :-D
- Caracoles con perretxico en salsa de hierbabuena y guindilla - Aquí sí me puse las botas. Deliciosos los caracoles con su puntito picante.

Y, ya agotados y con el estómago trabajando a marchas forzadas, llegó el plato principal:

- Carrillera ibérica en salsa de boletus edulis sobre cremoso de trufa y verduras salteadas - Melosa y sabrosa.

Y su "guarnición":

- Escalopín de foie fresco de pato a la plancha con manzana caramelizada sobre nido de kataifi y reducción de PX - Contundente, sabrosísimo. Menos mal que tenía un moscato d'Asti a mano... :-)

Para los que todavía tenían hambre, que alguno había, los postres:

- Tarta de 3 chocolates con confitura de naranja - Tendré que probarla de nuevo... A estas alturas ya tenía el paladar pidiendo compasión.
- Pastel de calabaza con nueces, polen y miel - De este sí me acuerdo. Muy rico y, visto lo visto, hasta me pareció ligero...
- Piña natural - ¿¿¿??? Ni la vi... Así tenía el cuerpo...
- Pastel de queso con algo que no recuerdo - Como no me gusta el queso, pues no me fijé ;-P

Los vinos, que trajimos de casa, no los pongo. Tuve que hacer un vídeo porque en la foto no cabían todos :-D

Gracias a todos los asistentes por la inolvidable velada, y a Kiko y su equipo por aguantarnos con espíritu estoico ♥

Una vez más y no me cansare de decirlo, apostar por la visita al Local del Eva y Kico para comida ó cena, es como jugar a la loteria sabiendo con antelación el número que sale, ó sea, imposible fallar.
No me repetire en cuanto a decoración, espacio, bla. bla. bla....me referiré exclusivamente en el disfrute de la cena.
Como entrantes para cuatro personas y centro de mesa:
Anchoas con aceite de oliva, tomate natural y confitura de tomate y pimiento.
Ajoarriero diferente con tiras de pimiento rojo y dulce de kiwi.
Ensalada trescaracoles, con frutos secos, verduras variadas y queso.
Pimiento del piquillo relleno de morcilla suave.
Choricitos cubanos tipo chistorra con un fondo de reducción PX.
Como platos fuertes individuales:
1 All i Pebre de Anguila
1 All i Pebre de Cabracho y Langostinos.
2 Confit de pato en cazuela individual con ajetes verduras y patatas.
Con todo lo indicado ya no se pudo llegar en condiciones a los postres, así que optamos por dejarlos para otra ocasión.
De bodega pedimos un San Vicente 2003.
En cuanto a los platos, sinceramente no sabria definirme sobre uno mejor que otros. Todas las materias primas de primera calidad y la elaboración en cocina solo diré que se realiza con cariño y devoción....sin ánimo especulativo. Basta con decir que con un número determinado de comensales, deja de aceptar mesas para ofrecer un servicio en las mejores condiciones.
Todo ello y ya desde la entrada en sala como siempre Eva tan amable, te hace sentir como en tu propia casa.
Los cafés y la mistelita final invitación de la casa.
Por cierto, muchas felicidades porque dentro de unos 5 meses apróximadamente Eva y Kico serán Padres por primera vez.....ya iba siendo hora.

Pequeño local decorado de manera ecléctica y muy agradable. Pocas mesas bastante espaciadas, primando la comodidad del comensal. Servicio muy atento (sólo estábamos nosotros). Buena cristalería, vajilla,...

Tomamos el menú degustación: jamón, pulpo a feira, anchoas con confitura de tomate, ensalada con queso, crema de bacalao con olivada y, como plato principal, lomo alto de vaca a la brasa aromatizado con tomillo y patatas fritas. Todo estaba muy bueno. De postre, tarta 3 chocolates y tiramisú. También riquísimos.

Bebimos una botella de Julian Chivite Colección 125 Gran Reserva 2000, 1 copa de manzanilla, 2 copas de tokaj chateau dereszla 2002 5 puttonyos, 7 refrescos, 1 martini, 2 cervezas, 7 aguas. Nos invitaron a los chupitos y los cafés (enchufe de Wyllys).

Cena de los 9: 338,70€. El menú degustación que tomamos cuesta 23,50€ + IVA, pan ¿¿¿???, bebidas y postre no incluidos.

Restaurante inusual en un pueblo como Picassent. Muy recomendable, aunque, en palabras de su propietario y cocinero, la crisis les ha obligado a bajar bastante el nivel. Algunos platos sólo los preparan por encargo.

Nueva visita a este restaurante quedando totalmente satisfechos.
Como siempre nos recibe su propietaria Eva con su amabilidad natural que nos tiene acostumbrados, habiendo elegido el reservado privado para mayor intimidad puesto que eramos siete el número de comensales.
El local decorado con gusto, muy buena separación entre mesas con una presentación de las mismas más que notable, y bodega climatizada a vista del comensal.
Por recomendación nos decidimos probar el menú degustación compuesto de cinco entrantes para compartir y plato fuerte a elegir.
Los entrantes consistian en ajoarriero con pimiento rojo y dulce de kiwi; anchoas en aceite de oliva con tomate natural y confitura de tomate y pimiento; pulpo a la gallega con cachelos; ensalada de verduras variadas con frutos secos; sepia con salsa casera suave al roquefort. Todos los entrantes correctamente elaborados y presentación más que notable.
Como plato fuerte coincidimos todos en lomo alto de ternera, al gusto de cada uno y como acompañamiento patatas recien hechas y fuente de verderas servidos en fuente aparte. La carne resulto muy sabrosa y tierna.
Kico, el dueño y jefe de cocina fiel seguidor de uno de los grandes maestros, el cual no voy a decir su nombre por respeto a los demás, le da un excelente trato a las materias primas.
Para los postres quedaba poco espacio así que pedimos para compartir 2 raciones de tiramisu, 2 de tarta tres chocolates y 1 pastel de calabaza.
Al margen de martini, cocacola, cerveza a la entrada, tomamos una botella de vino Tarsus reserva 2001, con decantación incluida y copas para el vino correctas.
Finalización con cafés y previamente para los postres chupito de mistela invitación de la casa.
La bodega sin ser especialmente amplia, cubre sobradamente las espectativas y dispone de diversas DO y añadas con predominio de Rioja y Ribera del Duero, habiendo ampliado la carta de vinos valencianos.
El servicio profesional y muy amable.
Seguro repetiremos.

No puedo presumir de ser ningún crítico gastronómico puesto que no lo soy, pero si lo puedo hacer de haber recorrido toda la geografia española, y de haber comido en los mejores restaurantes de cada región, muchos de ellos con estrellas michelin, y seguramente he dejado de visitar muchisimos que sin tanta fama no tienen nada que envidiar a los que si la tienen.
Es un lujo para un pueblo como Picassent, el poder contar con un restaurante como Los Tres Caracoles, donde el comensal sale totalmente satisfecho, tanto por su calidad en carnes, pescados y arroces, como por su presentación; sin olvidarnos de los entrantes que satisfacen sobradamente a los mejores paladares. En cuanto a vinos se refiere, cubre perfectamente con la exigencia de su clientela, aunque en ésta materia ya se sabe, para gustos colores.
Personalmente lo considero uno de los mejores restaurantes en muchos kilometros de distancia, y por supuesto el mejor con diferencia dentro de la población.
No puedo pasar por alto la simpatia, agradable y constante atención por parte de Eva y por supuesto de Kico, al cual debemos considerar pluriempleado por ser el Chef, Restaurador, Pinche de Cocina, Ayudante, Maestro y un largo etc.,. Por cierto, muchas FELICIDADES por vuestro reciente matrimonio.
Ojala la gente del pueblo se de cuenta de las bonanzas gastronómicas que nos brindais y podamos seguir disfrutando de vuestros platos durante muchos años.
El local resulta acogedor y decorado con gusto, con buena musica que ameniza la comida sin llegar a molestar.
Muy buen precio para la calidad que se ofrece,y si lo visitar seguro que repites.
TOTALMENTE RECOMENDADO.

Es un restaurante bastante nuevo con una decoración muy sencilla, bastante espacio entre mesas y musica de fondo (normalmente jazz). El caso es que al final se hace una estancia agradable.
En cuanto a la comida, intentan hacer cosas creativas con buena materia prima, pero aun les falta un poco, los platos no están mal, sin destacar, pero apuntan maneras. Las raciones son buenas.
La bodega está a la vista de la sala, la carta de vinos la veo algo excasa y faltan agunos de esos "que hay que tener", especialmente Valencianos. Se sirven a la temperatura de consumo.
La atención en el local es muy buena.
La relación calidad precio está acertada.
Recomendado.

Nuevo y agradable restaurante situado en Picassent, cuidada decoracion con tonos tranquilos y nada cargantes, buena separacion entre mesas y magnifica vista de su bodega climatizada acristalada, la carta de vinos muy sugerentes y bien tratados, no se escatima ningun detalle relacionado con el vino, bien decantado y servido en riedel, las mesas son amplias y con sillas muy comodas, adaptado para minusvalidos y Eva te dedica una agradable sonrisa mientras te aconseja la cocina del dia, curiosas propuestas mediterraneas y muy bien conseguidos los puntos de la carne, en especial el lomo alto, asi como un exquito bacalao sobre salsas dos colores.Ignoro el precio final, fui invitado, pero echandole un vistazo a la carta calculo 40€ por persona.
Interesante oferta en la zona, tan proxima a Tancat L’Altet.