Una velada maravillosa

Antes de nada mencionar que solo he estado una vez.
Fuimos dos personas a comer (una pareja), sin reserva y, aunque estaba lleno, nos acoplaron muy rápido. Sorprendentemente presencié como, cada vez que se vaciaba una mesa, se llenaba de nuevo con gran rapidez.
El ambiente, por tanto, es muy animado y un tanto ruidoso si lo que buscas es tranquilidad pero es una tasca (gourmet pero una tasca en definitiva) y no se va a una tasca a estar tranquilo sino a zampar.
El baño no es de los mejores que he visto y no tiene papel.
El servicio fue muy amable y bastante rápido. Una vez que comenzaron a servirnos no tuvimos que esperar mucho entre plato y plato y eso se agradece.
Hay un menú degustación de 25 € pero nosotros pedimos el menú "Gerry Dawes" de 50 € por persona (es para dos) y, como bien decía mi compañero, es pantagruélico. Parece que 50 € por persona es caro para un bar de tapas pero, creedme, no lo es. Su composición es la que sigue: un pinchito de chistorra para empezar, gambas rojas (un puñadito), dos vieiras muy hermosas con guacamole (jamás se me habría ocurrido pero vaya acierto tan decilioso, impresionante), calamarcitos de Santa Pola (ummmmmmmmmmmmmm!!!!), pan de cristal con tomate acompañado de jamón de bellota (yo he preparado muchas peces pan tumaca en casa pero este era especial: pan crujiente, los mejores tomates y una muy generosa ración de jamón), ensalada alicantina (con bacalao y atún en salazón, muy rica), croquetas de chorizo (en mi opinión, teniendo en cuenta la consistencia del menú, este plato sobra pero están deliciosas, que conste), kokochas al ajillo (en su punto exacto, una delicia pecaminosa que te lleva al sétimo cielo sin moverte de tu silla), rebozaditos de merluza con salsa tártara (no quiero repetirme pero es que todo estaba bueno no, buenísimo), tataki de atún (super-fresco) y solomillo en su punto, brillante, delicioso. De postre te sirven un trozo de bizcocho, brownie de chocolate, flan de queso fresco y fresas con crema de yogurt. Si el menú tiene esta envergadura y todo el producto es de primera, muy mimado ¿son caros 50 € por persona? Yo creo que no pero eso depende, claro está, de la persona. Mi compañero y yo somos unos disfrutones y nos encanta comer.
Todo fresquísimo y de primera calidad, poco cocinado y tratando de respetar los sabores originales. En su punto, delicioso!!!
Me quedé con ganas de comer los mejillones porque todo el mundo los pedía (y la tabla de quesos, con una pinta deliciosa) pero eso ya habría sido gula de la mala.
Lo único que no me gustó fue que, al final, el camarero nos ofreció unos carajillos, que tampoco es que nos apeteciesen mucho, y ante su insistencia aceptamos y nos los cobraron (3 € cada uno). No es que me importe pagar un carajillo pero si voy a pagarlo prefiero elegir algo que me guste más. Cuando te lo ofrecen así parece una invitación y conlleva cierta confusión.
¡Ah! Estaba llenito de trabajadores que habían salido a comer de la oficina.
Por lo demás todo perfecto pero es que la compañía era tan buena (la mejor) y lo pasamos tan bien... Gracias, D! No va a ser fácil de olvidar.

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