Restaurante en plena Plaza Mayor de Salamanca y con una excelente carta clásica que, desgraciadamente, no ha podido aguantar el embate de la reciente crisis pandémica y ha cerrado permanentemente.

En plena Plaza Mayor de Salamanca se puede disfrutar de este restaurante clásico de la zona. Correcta decoración clásica, sencilla y consiguiendo un ambiente agradable.
Cocina de mercado con excelentes materias primas, poca elaboración pero gran calidad en los entrantes (jamón, foie, surtido de ibéricos, quesos, etc.) y sencillos los segundos pero con unas carnes perfectas en cuanto a calidad y punto de cocción.
Carta bien seleccionado con buenas referencias y muy acordes a la carta. Haciendo honor al restaurante cenamos con Mauro 2003 (24€). Servicio del vino correcto y copas a mejorar.

Buen lugar si te encuentras por la zona.