Sobre la comida en general hay que decir qque esta bastante bien y siendo 2 comensales en una mesa se permite probar 2 menus degustcion lo que no sucede en otros restaurantes de este nivel. Pero todo es mejorable .En primer lugar la disposicion no adecuada de las mesas que hace que en cada mesa unos comensales esten frente al mar y otros de espalda.Es frecuente ver como la gente a media comida se cambien de lugar con sus parejas para poder disfrutar tambien de la vista .Esto es absurdo y facilmente solucionable cambiando la disposicion de las mesas aunque esto suponga perder una o dos mesas .El servicio y la atencion es perfecto asi como la labor del sumiller .Pero hay otro pero muy importante :el pan .Malo ,malo. Nada variado(solo 2 tipos de pan ) y ademas duro,como lo oyen DURO.Incomprensible .
tomamos 2 menus degustacion diferentes y 2 botellas de moet grand vintage (90 euros cada una ). Me parecieron divertidos los entrantes con su esponja y gel comestible ,el frasquito de oraldine y las crema (de idiazabal) asi como el saquito de sales todo ello comestible Me parecieron escasos los dulces que suelen acompañar al cafe y que alargan la sobremesa. No nos ofrecieron copas ni licores .Creo que es un gran restaurante pero con algun detalle que desmerece la calificacion que tiene