Cuando uno reserva en un restaurante galardonado con tres estrellas Michelín, tras las dificultades que supone reservar y el precio que se va a pagar, las expectativas son altísimas. Quizás ese fuera el problema.
El local me parece bonito. El lugar mirando al acantilado espectacular. Quizás la única pega la corta separación entre mesas, podiamos haber conversado sin problema con los comensales de al lado.
La atención desde la recepción y el número de personas que la realizan me pareció adecuada. Buen ritmo en el servicio, sin pausas excesivas y también sin agobios.
Presentan tres posibles menús a elegir. Siendo la primera vez que vamos nos decidimos por el menú de los grandes clásicos, y quizás aún siendo platos de muy alto nivel y sin duda muy ricos y bien elaborados, creo que quedan por debajo de lo esperado. Por un lado en creaciones poco elaboradas para lo que esperaba, como por ejemplo una ensalada de bogavante tan elegante y correcta como poco imaginativa. Por otro eché en falta un par de elaboraciones en el menú, que se nos hizo algo corto (no ya en cantidad de comida, que no acabas con hambre, aunque tampoco saciado en exceso, sino en variedad en los platos).
Dentro de los platos, a mi parecer lo más imaginativo fueran una simulación de galletas de chocolate, que realmente eran una base de pan de maiz y el "chocolate" sustituido por morcilla. Y un canelón con trufa blanca y parmesano muy bien presentado y con sabor global muy bueno. Por debajo del nivel creo que estaban el salmonete (punto de cocción impecable, pero con presentación algo anticuada, incluyendo sus famosos espirales rellenos) y las carnes (mismo problema).
El servicio del vino me gustó mucho. Buena relación con el sumiller (Carlos Muro), atendiendo bien las indicaciones del cliente y ofreciendo cosas adecuadas a lo que solicitábamos. Pedimos un Champagne para comenzar (Chartogne-Tallet Orizeaux 2009), y posteriormente servicio por copas de dos tintos y algunos dulces. Disfrutamos mucho con el maridaje.
La sensación global es que hemos comido estupendamente y pasado un muy buen rato, pero personalmente me cuesta justificar las tres estrellas Michelín en este restaurante, a mi parecer con platos con elaboraciones impecables pero más discretas de lo esperado. Y el número de elaboraciones también se me quedó corto.
Quizás si hubiese solicitado alguno de los otros dos menús que ofrecen hubiera cambiado mi percepción respecto a la discreta elaboración de los platos, aunque no sé si volveré para comprobarlo (me faltan muchos que visitar).
Salmonete
Ensalada de Bogavante
"Galletas de chocolate"
Eso ha sido un puentazo gastronómico. Aun con sensaciones dispares no saliste tan cabreado como yo del Noma... ¡Qué se le va a hacer!
Así apreciaste mejor el 2º plato del puente...
Saludos
Más que apreciar mejor el segundo, creo que este me ayudó aún más a concretar mi idea sobre el primero... Lo dejó bastante atrás.
Un saludo!
Es verdad que las expectativas son el peor elemento previo al disfrute; pero si tienes conocimientos, creas expectativas. Ahí está su desventaja..
Saludos
A parte Diego, y como dice José Ruiz arriba, si no vamos con espectativas altas a un tres estrellas Michelín...
Ya, pero en tu nivel, ya sabes bien que no todos los dos estrellas son iguales, no todos los tres estrellas son iguales. Pero lo que no puede es defraudarte, como tampoco pùede deberse a un mal dia.
Como una vez me dijo Daviz Muñoz (DiverXO) alguien que reserva con meses de antelacion y se gasta una pasta no puede nunca tener delante un plato que no sea perfecto.
Saludos
Pues precisamente en DiverXo la experiencia sí que fue regular...
Lo recuerdo. Por eso te lo comentaba...
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