Calidad y variedad a buen precio

Local coqueto y cómodo, la barra al frente y detrás de ella la cocina, que permite ver la elaboración de todos sus platos.
Primeramente te quedas un poco “mosca” cuando te indican que tienen un menú único con diferentes platos (por desgracia, la experiencia en otros locales, no fue muy buena, unos por lo que nos sirvieron, otros por las cantidades, en fin), y aquí comenzó la fiesta, no solo gastronómica, si no tan bien visual.
Un aperitivo, Bombón de foie y conejo con brioche aromatizado a la naranja, envuelto en PX, últimamente estamos un poco artos del foie, pero reconozco que es un plato perfecto.
Una primera entrada, Falso capuccino con sopa de tomate, crema de queso de cabra y aire de albahaca coronado con 2 chips de sardinas, excelente.
Una segunda entrada, Deconstrucción de Tsasiki con cubo de pollo a la menta, una gozada de plato, que incluso quitando el cubo de pollo, quedaría espectacular.
Una tercera entrada, Chipirón relleno de setas con fideua frita y un gresini con frutos secos. Estupendo.
Para limpiar sabores un Granizado de gin tonic.
Un pescado, Arroz de berberechos en caldo rojo, con corvina, ravioli de gambas y salteado de habitas baby, me quedo sin adjetivos.
Una carne, Carrillera de ternera con puré de boniato y salsa de melocotones, pura mantequilla.
Una buena idea es en los panes, te ponen tres pequeñas piezas realizadas por ellos, cada uno de un tipo, que están buenísimos pero que en este caso son accesorios, por que las raciones son muy generosas y con más pan, costaría llegar al final de la cena.
Tres postres. Couland de chocolate con corazón de plátano, este postre es el que menos te sorprende no por su realización que es perfecta, versión de fresas con nata Bombón de coco y jengibre, riquísimo, envuelto en fruta de la pasión con salsa de naranja, el que más me gusto.
Un Gin (o tal vez dos, ya no recuerdo, esa memoria de pez) de la ginebra Brecon, que no había probado.
Lo acompañe con un Riesling Spatlese seco, Künstler 2004 y la carne con una copa de vino tinto de Zamora Venta Mazarrón, pero no me quede con el año, para los postres una copa de moscatel, Jorge Ordóñez 2.
El servicio perfecto, tanto Sergio, Jonre o cualquiera de las personas que ayudaban en la sala, siempre pendientes y todo a punto, y eso que tenían bastante follon esa noche.
En la cocina Begoña ayudada por su madre, todo a punto, y después de poder charlar con ella, una entusiasta, de su cocina y de la vida igual que Jonre, todo un placer, es un buen equipo y la suerte que el menú cambia cada semana y eso permite disfrutar de nuevas cosas cada vez.
El precio es solo del menú, sin vino, ni Gin, ni puros.

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Premios Verema

  • premio_verema
    Nominado a mejor Mejor tratamiento del vino
    2016

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