Se anclaran?

Fuí a probarlo con mi pareja y me llevé una pequeña desilusión. El local y el ambiente están muy bien. Los detalles de decoración, el entorno, el espacio entre mesas, buenos toques de clase en el baño, todo perfecto pero... No deja de ser un restaurante y allí vas a comer y ahí pierde todo el galmour que recibes antes. El emplatado y la presentación sensacional, pero el sentido del gusto no se estimula mucho con esta comida. Lo mejor de toda la comida el maridaje de panes. Otra cosa en contra es que no varian la carta, siempre es igual, así que no se entran ganas de repatir, una pena!. Además es algo caro 45€ por persona con el menú pequeño y SIN VINO.