Diseño pop con influencias de Courrèges para un local con buena

Diseño pop con influencias de Courrèges para un local con buena distribución de las amplias mesas, atmósfera agradable y desenfadada.
Cocina difícil de definir, yo diría internacional con clara tendencia hacia la cocina de autor. Los entrantes deben mejorar aunque la técnica de cocina es buena, los pescados exquisitos, a destacar el atún con semillas negras y reducción de jamón ibérico (excelente la composición del plato, el punto de cocción y el equilibrio de los ingredientes). Cuidada vajilla y cubertería.
Bodega bien elegida, amplia selección y precios muy buenos, de lo mejor que he visto en la ciudad. Tomamos María Casanovas Brut Nature. Cristalería de calidad (Schott) y servicio del vino correcto.

En cuanto a la RCP... es cierto que acaban de empezar pero queda mucho por pulir en sala. Si se quieren mantener estos precios (sobre 40€ por persona) se deben cuidar más algunos detalles. También la cocina debe evolucionar, la técnica es buena, el juego de las texturas y los puntos de cocción son perfectos pero falta algo de magia en la elección de los platos.
Para volver en un tiempo y ver cómo va la cosa.