Me gusta este restaurante. La comida está bien trabajada, la decoración y los detalles cuidados, la loza y la cristalería correcta...sólo les falta recordar que somos clientes y que tratarnos bien sólo hará que volvamos, nada más.
No me importa "trabajarme" al camarero hasta conseguir que se sienta cómodo y sea capaz de hacérmelo sentir a mi, pero no siempre me apetece y menos a estos precios.
El restaurante está bien pero falta esto, servicio, si ustedes van poco a comer y están acostumbrados a cualquier cosa, se sentirán bien, si se han movido algo, pues bueno, eso..que van a añorar cosas...
Me gusta que el servicio del vino sea correcto, abrir bien la botella, el corcho, la degustación...
Me gusta que cuando me traen el pan y es la primera vez que viene este camarero, diga algo más allà de enumerar los tipos, igual que cuando trae los platos prefiero que no participe en "a ver quién dice la frase más rápida"...
vamos, que me gusta que me vendan lo que voy a pagar, y sí, es verdad, ya estoy allí...pero incluso podría volver y explicar lo fantástico que ha sido...por qué el jefe, es el cocinero, y su equipo, hacen un trabajo de cine, pero fuera ni la jefa ni la camarera tienen "ganas" de ponerlo fácil...y uno no siempre viene dispuesto a hacer el trabajo que no le toca y que no es otro que el de la comodidad.
así y todo, vayan...se come bien.