Un poco sobrepasados,...
A la hora de la comida, ya que está hasta los topes, atraída la clientela por un sugerente menú de 15€. Por este motivo el nivel de ruido era excesivo y la atención se resiente un poco. Sacaron unos ricos aperitivos, sushi y solomillo rebozado. Compartimos unos entrantes de foie, navajas rebozadas y habitas baby. Bien sin más. Los segundos sabrosos y con raciones abundantes (bacalao, cabrito relleno, entrecot, dorada,...). No pedí postre. La carta de vinos no es muy numerosa, pero abarca las DD.OO. españolas más importantes con referencia de añadas, no hay presencia de caldos extranjeros. Desafortunadamente el vino que solicité no lo tenían (¿pues por qué aparece?), y de la segunda opción sólo disponían de 3 botellas. Buen menaje, servicio del vino correcto en cuanto a copas y demás, pero adolece del mismo problema comentado al principio, el personal está sobrepasado y no se pueden andar con florituras. Me da la impresión de que es una opción mejor ir a cenar que a comer para disponer de mayor tranquilidad y atención, pero comprendo que si las cosas a mediodía les van tan bien pues no cambien de política comercial.