Ibamos a Viridiana por las buenas críticas de cocineros a los que admiro como David Muñoz. Llegamos y nos aposentaron en la planta de arriba como habíamos pedido y pedimos un par de cañas ( 5 euros cada una) y al rato apareció Abraham García que sin ninguna gana ni simpatía nos canto los platos que había fuera de carta.
De aperitivo una sopa de patata con maiz en sus propios hongos ( lo mejor de la comida) y morcón con mango y alcaparrones.
Mi mujer de primer plato pidió una sopa de setas y mariscos con pan de castañas bastante buena y yo pedi los típicos huevos con pure de patata y trufa negra. ( me equivoqué totalmente insulso)
De segundo mi mujer pidio canelones de pato azulón ( buenos sin llegar a la excelencia) y yo comí pastela morita que es perdiz escabechada envuelta en hojaldre no es ni dulce ni salado. ( sin mucho sabor)
Para beber optamos por Petalos del Bierzo ( 45 euros) y agua.
De postre una mousse de chocolate buena sin más y por último un café bastante bueno.