Pues lo dicho, la paella de Pago Gandía lleva pocos ingredientes pero son de una calidad excelente, nada más con la clase de caracoles que le pone y el azafrán, es más que suficiente para un óptimo resultado. Ya quisiera Adrià que muchos de sus platos tuvieran el sabor de los caracoles a la brasa que nos sirvió Paco en los entrantes de la comida.
Haremos un breve comentario sobre Paco y el local, diremos que con nosotros se mostró atento, educado y servicial, no quitó ojo de la mesa en ningún momento para darnos el mayor servicio posible, a pesar de estar lleno hasta la bandera. En cuanto al local, decir que no es el Palacio de Oriente, pero tampoco es un mal lugar para comerse una "paelleta", vamos que está perfectamente equilibrado con cualquier otro de su clase. Los aseos son una droguería: toallas, toallitas, cepillo de dientes, colonia, etc., y de la cocina, a pesar de las flameradas de los sarmientos, no produce ningún tipo de humareda ni de olor.
EL MENU:
- Ajo aceite de hierbas, tomate con aceite y manteca.
- Pan tostado.
- Almendras, mantequilla y mojama. (8,5).
- Caracoles a la brasa. (10), y medio punto más si me lo permiten.
- Morcilla, ajos, huevo y habas. (8,5).
- Conejo y ajos. (8,5).
- Arroz con caracoles y conejo (10).
LA BEBIDA:
- Cerveza sin alcohol (teníamos que conducir).
- Agua.
Que quede claro que en este apartado puntuaremos un poco el servicio y no los líquidos.
EL POSTRE:
- Frutas y pastelitos variados: Melón, sandía, naranja caramelizada, mandarina, higo, kiwi, higo chumbo, pasas, uva, pastel de queso, susu, tarta de Santiago, helado de vainilla y chocolate caliente, etc.
RESUMIENDO: Unos exquisitos caracoles y una buenísima paella que ya justifican el viaje, el precio: La de aquel, si la comida es buena...
En cuanto al resto, para gustos colores. Saludos.