Restaurante de ambiente moderno, buena separación de mesas, local amplio y

Restaurante de ambiente moderno, buena separación de mesas, local amplio y bonita decoración. Las sillas muy cómodas.
Cocina fusión con todo lo que ello significa: provocación, imaginación pero también, excesos... Abusos de las especias e ingredientes en un solo plato y falta de un hilo conductor, unas raíces que le den una buena estructura a la carta. Diseño de la vajilla y presentación del plato correctas.
La sección del vino muy deficiente. Carta corta que además aun se recorta más por las referencias que no tienen, tan solo dos espumosos en carta (Juve&Camps y Codorniu), selección floja del resto y copas muy mejorables. El servicio es atento pero no sirve el vino y extremadamente lentos. Estábamos SOLOS en el local (mesa de tres) y tardamos en empezar 20 minutos. También demasiado tiempo entre plato y plato.

Habrá que darles otra oportunidad pero dejaremos pasar algún tiempo, a ver cómo evolucionan. 40€ por persona me parece una RCP bastante mala.