Ubicado en pleno Ensanche, en Conde Altea casi semiesquina con Salamanca, se trata de un local modernote, con una “vivida” terraza.
Optamos por comer dentro. La sala principal (tiene otra interior) destaca principalmente por dos cosas: por unas lámparas espectaculares y por las pizarras que ofertan vinos por copas.
Tomamos el menú del día, domingo, que consistía en:
Aperitivo
•Sopa de tomate y albahaca y pan de gambas.
Entrantes
•Ensalada verde con falafel y salsa de yogur.
•Tempura de caballa con humus.
Principales
•Arroz meloso de secreto y rebollones.
•Arroz meloso de bacalao y rúcula.
Postres
•Brownie con helado de hierbabuena.
•Torrija con arándanos y helado de yogur.
En todos los casos había que optar por uno de los platos, pero nosotros pedimos uno cada uno de cada sección y así probamos todos. Compartir es vivir.
Una comida correcta, con platos -o mejor componentes- que sobresalieron, como el falafel de la ensalada; otros que superaron la media, como la caballa en tempura; otros que pasaron desapercibidos, como el arroz de bacalao; y otros que no estuvieron a la altura, como la torrija.
No me gustó que la opción de los principales fuera o arroz meloso o arroz meloso. Dejan poco margen para los que no somos arroceros. Hombre, un pescadito o una carne como alternativa no hubiera estado de más.
Tienen una buena oferta de vinos por copas, con 6 referencias de Jerez (ooolé) y otras 6 de vinos dulces. 1 rosado, 2 blancos y 3 tintos completan el abanico. Realmente reseñable que tengan 6 vinos por copas del Marco. Poquitos sitios de Valencia podrían decir lo mismo, pero es que aquí además es por copas.
Tomamos cuatro copitas, una de Palo Cortado Apóstoles González Byass (tuvieron el detalle de no cobrarla pues era la última de la botella y arrastró excesivos posos), dos de Kühling-Guilllot Qvinterra Rieslingtrocken 2012 y una de Corolilla bobal viñas viejas crianza 2010.
Servicio agradable y profesional, uno de ellos sabe mucho de vinos, se “palpa”.
Volveremos algún día por el reclamo de los vinos de crianza oxidativa.
Cuando pones de tirón todos los platos para luego puntualizar algo, es que ni fu ni fá.
Te explico, Javi. Es que él entró en Valencia, pero Valencia no entró en él.
Que no quieres arroz, toma dos platos llenos. O algo así dice el refrán...
Eso nos pasa por abrir los brazos a to quisqui ;-)
Me aburren y me resultan indigestos.
Me empaché! Cuando llegué a Valencia comía muchos días de la semana con clientes y tal y... Siempre arroz. Me encantaba por entonces, pero me empaché. Jaja
De vez en cuando, me parece algo exquisito, pero no todos los domingos y dos o tres veces entre semana.
A no ser que sea un lugar que destaque por los arroces, lo evito.
Saludos!
No es así:
Me encanta el esgarrat, el all i pebre, la titaina...
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