Con una ciudad intentando volver a la rutina habitual, aún con aire de resaca de las fiestas josefinas, aprovechamos que estábamos por la zona y que acompañaba el día con un alegre solecito primaveral para visitar Plaerdemavida y probar su menú diario.
El local está muy bien descrito en anteriores comentarios, decoración mezcla de estilos clásicos y modernos en tonos blanco y negro salpicado con algún púrpura. Un conjunto personal y en mi opinión muy agradable. Quizá algo más de espacio entre algunas mesas sería de agradecer. Buena selección musical de fondo a volumen adecuado.
Recibidos con amabilidad, nos ofrecen elegir mesa y tras sentarnos nos obsequian con un pequeño bol de aceitunas aliñadas muy ricas. Nos explican las opciones del menú del día consistente en un entrante, principal, pan, postre o café por 11.90 €. Así quedó la cosa:
Entrantes:
Ensalada Verde con Tosta de Queso de Cabra y Vinagreta de Frambuesa. Presentada en bol, un tierno surtido de lechugas con dos o tres rebanadas de tomate y coronadas por un par de tostas con el queso y todo bien aderezado con una vinagreta muy sabrosa. Liviano equilibrio.
Rillettes de Pato con Crema de Mostaza Antigua. No sabía de qué se trataba. Resultó ser la carne desmenuzada en tiras o hebras y mezcladas a modo de paté o de relleno de canelón con la crema, cuya potencia no dominaba, formando por lo que probé un buen conjunto. Enlace bien avenido.
Principales:
Arroz Meloso de Chipirones y Ajos Tiernos. Buen punto de cocción del arroz aunque el fondo, correcto, me daba un toque quemado que me descentraba bastante. El conjunto un punto bajo de sal quizá. Disgregado.
Lomo Relleno de Tomillo con Salsa de Setas. Rollito partido de lomo que llegó algo corto de salsa al final pero con sabor completo y estilo más tradicional.
Como postres compartimos:
Bizcocho de Chocolate Blanco con Sorbete de Naranja Sanguina. Tierna y calentita porción de bizcocho para combinar en boca con el helado cítrico. Imponente.
Tartaleta de Queso con Mermelada de Fresa. Con la clásica base de galleta y abundante mermelada que enmascaraba un tanto el sabor del queso. Rica.
El pan servido en un cestillo que combinaba unas minitostas con un par de rebanadas de gruesa y dura corteza con tierna miga blanca.
Para beber una cerveza rubia de barril perfectamente tirada y dos copas de Ocho Patas 2011 D.O. Rías Baixas. Copas Riedel.
Café correcto.
El servicio muy atento, ágil y dispuesto.
En resumen, empresa que ofrece y desprende honradez en cocina y servicio, algo que debería resultar cotidiano pero que a veces cuesta encontrar. Ubicada en la vorágine restauradora de la zona buscando una distinción sobre el resto y que creo que en cierto modo logran. Ofrecen un menú diario ponderado que en mi caso hace que pique en su anzuelo y vuelva a probar con más profundidad su carta… si Tirant lo Blanc y su espada no se interponen, claro está.
Postres
Lomo Relleno de Tomillo con Salsa de Setas
Rillettes de Pato con Crema de Mostaza Antigua
Tengo que aportar que además de contar con un servicio humilde y atento, una comida agradable y una buena RCP, el local era muy coqueto, teniendo en cuenta esos pequeños detalles que hacen que el entorno resulte más acogedor. En nuestro caso, una pequeña planta natural, en mi humilde opinión, aportó esa frescura a nuestra mesa.
La importancia de las pequeñas cosas...
Volveremos!
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.