Merece la pena

Como comentan otros compañeros, se trata de una experiencia gastronómica. Motivada por los comentarios leídos decidí probar este restaurante. Y la sorpresa fue muy grata. No es un restaurante normal. Es de los que te hacen disfrutar desde que entras hasta que te marchas (probablemente 3-4h más tarde) David consigue transmitir si entusiasmo por la cocina.
Yo calificaría al restaurante como cocina tradicional elaborada con toques de autor excelentes como el helado de aceite o el de humo. Ya de entrada cuando me encuentro una carta corta me ofrece confianza, lo que hacen, lo hacen bien.
Tomamos 1º cortesía el helado de aceite. Los panes buenísimos de 6 o 7 tipos, todos caseros. Después la coca de sardinas muy rica y el crep de morcilla tb muy rico.
Yo de plato principal me pedí olleta de blat que es mi favorita. Aquí he de decir que estaba muy buena, pero la del restaurante Ca'l Rafael de Cocentaina la supera para mi gusto.
Después las tablas de queso, con eso me acabó de ganar y un postre de manzana en diferentes texturas. Sencillamente espectaculares. Ya no podía más, aunque probé el postre de Chocolates.. Luego pedí una infusión de tomillo que acompañé con diferentes mieles..
Eramos 6 comensales y de vinos tomamos 1º un Les Terrois de Domaines Lupier de Navarra luego un Secastilla de Somontano y como para el queso nos habíamos quedado ya sin vino, sacó un Finca Coronado. La carta de vivo bastante buena y con unos precios bastante apañados (x1.5 más menos..)
Total 340euros los 6.
Total y resumen: 100% recomendable y diría casi que visita indispensable si se está por la zona.