Un placer en todos los sentidos

Hola! Mi nombre es Lourdes. El viernes 22 de agosto de 2014 estuvimos mi marido y yo con unos buenos amigos, Alfredo, Fina y su maravillosa familia, que nos llevaron a conocer este restaurante que me dejo sin palabras, y eso que yo hablo mucho jajajaja. Cuando entras a este lugar no imaginas lo que vas a encontrar, en principio el restaurante parece "normal", la decoracion tipica en la que apenas te fijas porque entras charlando con los amigos. Pero una vez tomas asiento empiezas a descubrirlo todo. Observas todos los detalles que te hacen sentir que vas a ser cuidado en la comida, la bebida, y el trato. David, del que luego comentare mi percepcion sobre este gran hombre, nos recibio como en casa, y nos hizo pasar a una sala privada en la que nos hizo un adelanto de lo que ibamos a "vivir". Un recorrido por la historia de la gastronomia, de los sabores, de la cultura, de los alimentos, aceites, vinos, etc. Me quede impresionada, no podia dejar de mirarle y de escucharle, pues a "este tio" no se le escapa NADA, ni el mas minimo detalle. En la mayoria de restaurantes de "alto copete" como decia mi abuela, no te instruyen nada, y lo que mas destaco de este lugar es precisamente eso, y el calor, la cercania con la que te lo explica todo, la humildad, y ese don que tiene David (al cual ya tuteo jajaja) para que admires y quedes impactado con todo lo que te llevas al paladar. Tomamos un menu degustacion cuyo primer plato es quizas el que mas me llamo la atencion en cuanto a la originalidad: helado de aceite!!! Mmmmm espectacular!! El recorrido que hace este menu desde lo salado hasta lo dulce, destacando tambien la calidad, los sabores, y el excepcional trabajo y entrega de Paqui, su mujer, es extraordinario. la eleccion de los vinos para acompañar cada plato, exquisita. Son tantos los detalles....pero sobre todo, repito, el trato y la humildad con la que te instruye. Realmente aprendes. El conjunto para mi un 10. David se sento con nosotros en el cafe, y lo que percibi de esta persona es un hombre apasionado con lo que hace, humilde, muy trabajador,detallista, cercano, sencillo, y muy amable. Nos presento a su mujer, una mujer estupenda, muy muy muy humilde, una curranta nata, y por lo que estuvimos hablando una gran madre. Nos despedimos y nos regalo una botella de aceite buenisimo, el cual estoy comiendo en este momento sobre una tostadita, mientras escribo y suspiro por volver pronto. Por supuesto, recomiendo este restaurante.

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