Un placer a un módico precio. Un placer degustar las creaciones de Juan

Un placer a un módico precio.
Un placer degustar las creaciones de Juan Ramón, un placer escucharle: cómo sabe de vinos y de cocina y qué bien comunica.
Tiene detalles de alta cocina como el cabracho con láminas de atún en movimiento. Si este plato te lo sirven en algún restaurante afamado estamos hablando de su originalidad durante meses.
Creo que a Juan Ramón se le queda pequeño el local.