Un restaurante cuidado de estilo minimalista. Situación del restaurante en el centro pero zona tranquila, el nombre del restaurante es exactamente lo que tu percibes en el sitio. Calidad relacion precio buena. El servicio al detalle sin abrumar. Manteleria, cuberteria y vajilla buena. Sumiller acorde al sitio. Y el menu degustación bien, para mi gusto fue de extraordiario a bueno en su presentación de platos. Lo mejor las ostras con citricos y vieras.
Ha vuelto abrir el restaurante La Calma, con un nuevo jefe de cocina de Cádiz y formado en Madrid en los mejores restaurantes, la sala sigue dirigida por Rebeca con su buen hacer y su simpatia, acompañada de otro chico de Madrid que hace labores de Sumiller también muy bien. Sin grandes pretensiones pero muy buena calidad en los generos y en las elaboraciones. El restaurante es tranquilo y con una nueva decoración, buena carta de vinos aunque todavia en borrador. Volveremos sin falta, ahora mismo la mejor opción en Salamanca.
Buena impresion de este restaurante que elegimos el menu degustacion ( 45 €)con ocho platos todos buenos empezamos con una ostra con citricos, viera (buena materia prima),foie con calabaza, risotto con boletus ( lo mejor del menu), panceta y cigalita, un pescado que no recuerdo,... y dos postres uno primero refrescante y el otro de chocolate. Carta de Vinos bien escogida con muchas referencias modernas y pocas clasicas
Siguiendo los elogios del foro hicimos la experiencia tambien. Y resultó muy positiva.
Sala moderna muy agradable, carta de vinos soberbia. Tienen entradas de francia que en muchas restaurantes de classe del mismo pais no se encuentran. La seleccion española no deja nada a desear.
Raciones muy generosas.
de aperitivo nos dieron un foie marinado exelente.
despues vieiras con compote de tomate, ensalada de langostinos con setas, un bogavante con lard crocante y garbanzos, cigalas con pancetta.
Laudatio general.
las señoras no se sentaron bien y no tomaron un segundo.
Mi padre y yo tomamos un magret de pato con salsa de sauternes (gigante : un magret completo cada uno) muy bien hecho tambien.
como postre:
Helado de tocinillo de cielo con su crocant y un coulant de chocolate con helado.
Vino: un exelente Enate Reserva cab Sauv 2000.
No he visto al sumiller pero las camareras lo sustituiron sin falta.
Mis padres que no tienen buenas experiencias con la cocina española fueron encantados
Me sumo a los elogios. De lo mejor en Salamanca pese a la juventud. Sala agradable para disfrutar de buena cocina, en raciones generosas, y de buen vino, bien tratado y con un más que digno asesoramiento de su sumiller, que permite salirse de lo trillado. Es mi primera visita pero habrá más. Expectativa alta para este joven equipo.
Servicio joven, buen hacer, nota alta para Emilio, sumiller, gran conocedor de vinos, sorprende por su juventud.
Buena cocina con guiños a la creatividad, aun pesa la gastronomía tradicional de la zona, dejemos evolucionar.
Nos obsequiaron con 2 aperitivos, polvo helado de foie con helado acido y crema de calabaza, chipirones salteados con crema de patata, servidos individualmente (igual que las entradas).
Raciones muy generosas, pedimos 2 entradas compartidas.
Verduritas salteadas con un aceite crudo delicioso.
Risoto de hongos y trufa, delicadeza de sabores con punto "casi" perfecto.
Carré (gigante ración) de cordero.
Pichón (entero, no medio) sangrante reposado con salsa de jengibre, espectacular.
Helado de tocinillo de cielo con su crocant, acompañado con un oporto.
Emilio recomendo, un tinto Dehesa de Rubiales, a medida que fue pasando la velada se integraba perfectamente con los sabores, variedad Prieto Picudo, crianza, 10 meses, barrica roble francés, zona Fuentes de Ropel (Zamora)
Finalizamos con 2 gin tonic, cada uno con un tipo diferente de ginebra y a pasear por la preciosa Salamanca.
Volveremos, falta mejorar en las infusiones.
Restaurante minimalista y moderno donde los haya.Ambiente joven y acogedor.tomamos el menú degustación fenomeno por 36 euros.Pero lo que mas me sorprendio fue el trato y el saber del sumiller.Encantador nos sugerio dos vinos para maridar el menú,un vino frances monovarietal viognier y un rivera del duero buenismo.el servicio de Emilio (el sumiller de 21 años)fue totalmente de libro y el servicio de los camareros extraordinario para tener el restaurante lleno.Restaurante para aconsejar a todo el mundo y dejense aconsejar por Emilio que seguro que no les defrauda.VERA.
Precioso lugar recomendable el menu degustacion. comida muy buena servicio atento y profesional. la carta de vinos es muy buena formato de libro.Viña Alberdi pequeña a 15.10 un poco mucho por lo demas altamente recomendable.
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