La celebración de la boda de un hijo o hija es un momento emocionante a la vez que una situación de estrés, pendiente de que todo salga bien y ofrecer un día agradable a todos los invitados. La boda de mi hija se celebró el pasado sábado 28 de abril en el restaurante Nelia de Villalba de la Sierra. Solo tengo un calificativo para expresar mi opinión respecto trato dispensado por el establecimiento:TODO PERFECTO. El cóctel de bienvenida servido por un numeroso grupo de camareros, con un servicio de bebidas que incluía desde refrescos a cervezas y vinos de calidad, los aperitivos calientes los que lo requerían y fríos los refrigerados, todos con la esmerada presentación de la casa, muy difícil de conseguir cuando hay que servir para 200 personas (Por cierto el foie exquisito). La comida servida sin demoras y con la misma presentación de alta escuela, además de calidad. El postre no hay adjetivos: genial. Y sobre todo ello la atención y la implicación de Javier y Pilar en todo el desarrollo de la celebración. Sólo me queda agradecerles su trato y garantizar que si tengo que celebrar cualquier otra celebración esta será mi primera opción.

La casa madre renovada, en un espacio que pese a su espectacularidad no deja dudas de lo importante que son las soluciones antiruido. En éste caso no se le ha prestado nada de atención, y en un salón tan enorme, una celebración junto a los comensales sabatinos, no deja disfrutar del todo.
Muchos y variados platos en la mesa. Muchas y variadas sensaciones. La mesa estaba compuesta por diez comensales.
Un paso más en la búsqueda de lo popular para revitalizarla junto a cocina más actual. peroa glunos platos funcionan malamente, como esas alubias con almejas, donde el caldo, desligado apenas aporta sabor y la conjunción que debería. Bueno el morteruelo, pero algo faltas de saber las croquetas, curioso el pulpo a la brasa con asadillo, donde finalmente se lleva todo el sabor esa carne de sugunda, una buena idea que merecería ser mejor trabajada. Algo secas las albóndigas de jabalí, olvidable en entrecote, bien las manitas de cerdo con queso de cabra. Ningúno de todos los platos probados llamó excesivamente la atencion de los comensales.
Dos botellas bebidas, un Rayuelo y un Alto Landón, buenos productos de la Manchuela.
Precio correcto.
Parece que los hijos de la casa madre vuelan con mayor certeza y seguirdad.

Restaurante de cocina tradicional conquense con ciertos toques creativos.
Tiene dos comedores, el más grande que habilitan los días que más gente tienen, que personalmente no me gusta y el pequeño de corte rústico.
En mi última visita, a pesar de estar lleno, nos atendieron fenomenalmente.
Comimos a base de platos tipicos de la zona, ajoarriero con albaricoque (lo suavizan poniéndole nata y pan), morteruelo, ensalada de tomate encurtido y ventresca de atún y pollo de corral con frutos secos. Muy bueno todo. Menos nos gustó el postre un milhojas con turrón, bastante duro y muy poco crujiente.
Buena carta de vinos y precios razonables. Copas muy mejorables y servicio que se limita a llenar la primera copa.
Muy buena relación calidad-precio.
En definitiva, es un restaurante que he visitado en varias ocasiones y en el que siempre he salido satisfecho.

Guiado por las criticas de esta seccion comimos alli, dejando de lado otras opciones mas conocidas. Y el resultado fue totalmente positivo.
Buen entrono exterior con vistas al rio. Restaurante con grandes cristaleras y decoracion minimalista anexo al restaurante antiguo. Buenas manteleria y vajilla. La cristaleria y la cuberteria mejorables. Muy buena separacion de mesas. El ambiente es algo frio debido a las grandes dimensiones del local.
cocina clasica de la zona con muy buena materia prima y buena elaboracion. Tomamos tosta de sardina con verduras con sabor pleno y materia prima muy fresca y Ensalada de escabeches bien conjuntada , dando un plato original sobre elementos clasicos.
Muy buena chuletas de lechal tanto en materia prima como en el punto de elaboracion.
De postre queso manchego muy buenos, llenos de sabor y con muy buena textura.
Servicio en sala profesional, amable, diligente y dispuesto a satisfacer al cliente.
Carta de vinos mayoritariamente de la zona con algunas referencias a otras DO nacionales. precios contenidos . Tomamos un terrerazo del 2000 a 30 euros. El servicio se limita al descorche y dejar la botella en la mesa
Muy buen pan. Cafe aceptable
Restaurante honesto y honrado, desde mi punto de vista totalmente recomendable si se esta por la zona. No esta enfocado para nada hacia el turismo, quizas por eso sea mas autentico que basan sus expectativas en los foraneos
Precio sin vinos

Totalmente de acuerdo con la opinión anterior. Muy buen restaurante, con ciertos toques de cocina de autor pero sin dejarse llevar por la vorágine de lo estético y nada más. Se disfruta de la vista de los platos pero sobre todo, de su gusto y sabor. Muy buenos el ajoarriero con albaricoque y las carnes de caza. Vino correcto, sin exajerar. Entorno magnífico. Muy recomendable.

Llegamos a este restaurante al no poder conseguir mesa en el Mesón Casas Colgadas y creo que valió la pena.
Parece mentira que en este local, con unas instalaciones un tanto añejas, pero en un bello entorno, se esconda una cocina de tan moderna. Combinan la cocina tradicional conquense con algunos toques de autor, todo muy bien presentado y con muy buen gusto. Destacaría la menestra de verduras de la huerta, la copita de ajoarriero con albaricoque, además de los platos de caza, y los postres (ojo al helado de naranja con lagrimas de chocolate una de los postres más bellos que he visto, una autentica obra de arte).
Posibilidad de pedir medias raciones en las entradas
Carta de vinos suficiente y servicio correcto.
Precio medio 35€.
De lo más recomendable