Hacía tiempo que quería conocer la cocina de Juan Pablo Felipe, y probar
Hacía tiempo que quería conocer la cocina de Juan Pablo Felipe, y probar ese magnífico Atún del que tanto me habían hablado.Iba pensando que entraba en uno de los "grandes" pero desgraciadamente me he llevado una gran decepción.
El servicio. No entiendo como un restaurante de esas características, con ese precio, y que lleva ya años funcionando puede tener semejante servicio. Nos sentaron, y 10 minutos en traer las cartas. Mientras tanto nos sacaban los aperitivos, sin agua, y sin haber pedido antes el vino. Traen las cartas, pedimos (a la carta no el menú) y por fin más tarde nos traen el vino. Entre plato y plato más espera (unos 15 minutos) y ya el postre tardó 20 o 25 minutos. Lamentable la actitud de algún camarero o camarera (no doy a dar más detalles..) que una de las veces llegó a la mesa diciendo con malas caras "Pa quien el solomillo de atún?" En fín un desastre que espero que sea debido a este día en concreto. Porque de esa forma y con ese ritmo es imposible degustar bien los platos.
La cocina. Producto excelente, aunque no me llamó la atención especialmente por su creatividad. Los postres me decepcionaron.
El Vino. Buena carta de vinos. Pedí un Altos del Lanzaga del 2000, y aunque nos sirvió el camarero de turno, conocimos al final al segundo sumiller que al menos aportó simpatía y profesionalidad.
El entorno es perfecto, digno para que fuera un gran restaurante, de muy buen gusto, con una luz muy agradable, vajilla y cristalería