Vaya festín; la verdad que todo suena magnífico, a pesar del pequeño traspiés del canelón... así da gusto!
Un saludo, Manuel.
La hoja de ruta estaba clara. En primer lugar y puesto que dicen que el saber no ocupa lugar, visita a la cervecera Montmirá de L’Alcora, posteriormente una tranquila y bonita ruta en coche por la zona y a la hora de comer llegamos a Vall d’Alba. Reserva previa realizada en este restaurante al que le teníamos muchas ganas desde hace tiempo y a las que se sumaba el morbo que supone la estrellita otorgada recientemente.
Recibidos y acomodados en la sala principal cerca de una de las ventanas. En cuanto al aspecto creo que ya se ha descrito muy bien con anterioridad. Ambiente cálido, sillas cómodas aunque alguna con muchas horas de vuelo y buena separación entre mesas elegantemente vestidas. Menaje al compás del resto con algún elemento curtido. Casi lleno.
En un abrir y cerrar de ojos teníamos las cartas en la mano y entre las cervecitas que nos sugieren optamos por una desconocida para nosotros, la Grogueta, artesanal muy equilibrada y de carácter mediterráneo que acompañó muy bien el aperitivo. Unas almendras fritas y calentitas en su punto de sal por aquí, unas rebanadas de pan rústico tostado con tomate de “penjar” (colgar) restregado por allá, una degustación de AOVE de Artana por acullá… a la que nos dimos cuenta ya habíamos solicitado el Menú Tradición que quedó de la siguiente manera:
Aperitivos:
Aceituna en Tempura de Almendra con Romescu. Cobertura ligera y crujiente con la gracia de la almendra picada aunque la combinación con la aceituna no me convenció. Traspié.
Verduras en Tempura con Salsa de Soja Agridulce. Aquí sí que disfruté de la tempura en todo su esplendor y calidad. Había calabacín, berenjena y alcachofa. Bordado.
Capuchino de Champiñón y Trufa. Intensidad de fondo terroso y fúngico en esta “sopacrema” que era el paso previo para disfrutar de los platos. Entonación.
Platos:
Tomate de “Penjar” con Sardina de Bota y Ajos a la Brasa. Es un clásico de la casa, ya está todo dicho sobre este plato. La escasa acidez de esta variedad de tomate, rebajada aún más en su ejecución combina a las mil maravillas con la salazón. Mesura.
Patata Alimonada, Sardina Marinada, Moluscos, Aire de Moluscos y Huevas de Lumpo y Capellán. Nueva mezcla armoniosa de ingredientes con un fondo marítimo de gran carácter. Reflexivo.
Coca de Caballa con Escalibada. Sobre la tersa pero tierna base de masa montaba la caballa tibia con un aire ahumado acompañado de trocitos de coliflor, calabacín, zanahoria… en textura bastante “al dente”. Soltura.
Pulpo con Patata Violette y Bollit. Dos taquitos del cefalópodo con una carne de apariencia prieta que en boca resultaba muy delicada. Reposaba sobre una crema ligera del típico bollit valencià (hervido valenciano) que empapaba de esencia cada bocado. Raíces.
Canelón de Pollo de Corral con Trufa Negra. Exquisitez en toda regla. Suavidad de texturas, sabroso relleno, sedosa besamel… lástima que el mío estuviera repleto de tropezones de cartílago que rompían la magia de lo que podía haber sido. Cortado.
Lomo de Cordero con Crema de Patata y Alcachofa. Materia prima y ejecución muy buenas, sin florituras pero con dominio, como lo pedía ese cordero. Un punto baja la temperatura de servicio del plato que desmerecía el conjunto. Solera.
Postres:
Crema de Almendra con Gelée de Naranja Amarga. Apareció de forma improvisada y cortesía de la casa. Elementos del entorno próximo dominando sobradamente la almendra sobre el cítrico. Autóctono.
Torta de Calabaza con Miel. El toque dulzón necesario y esperado como colofón sin empalagar en absoluto. Final feliz.
Para beber aparte de las cervecitas iniciales, agua y una copa de Mocen Verdejo 2013 D.O. Rueda.
Un pan tipo rústico en gruesas rebanadas acompañó la comida.
Un buen café cerró la comida acompañados de un par de Tacos de Coca de Almendra tremendamente esponjosa.
El servicio resultó atento y muy simpático por parte especialmente de uno de los camareros, familiar pero sin confianzas, resolviendo con rapidez y profesionalidad cualquier duda acerca de los platos. Algún tiempo entre platos prolongado sin objeción para nuestra calmada y habitual velocidad en mesa. Algo más desesperante fue obtener la cuenta.
En resumen, percibí muchas de las características que reflejaba el post de Compartir Mesa que leí previamente. Se advierte el trabajo y esfuerzo que hay detrás de esta cocina bien arraigada en su entorno transmitiendo el folclore local al comensal, combinando en los platos ingredientes habituales de mercado con pericia y éxito. Todo esto, a mi entender, refleja honestidad en su oferta, condición que siempre me merece gran respeto y reconocimiento a su labor.
Lomo de Cordero con Crema de Patata y Alcachofa
Coca de Caballa con Escalibada
Tomate de “Penjar” con Sardina de Bota y Ajos a la Brasa
Vaya festín; la verdad que todo suena magnífico, a pesar del pequeño traspiés del canelón... así da gusto!
Un saludo, Manuel.
En toda regla, Manuel. Disfrutamos, que es de lo que se trata. Lo del canelón no tiene importancia, son cosas que pasan.
Un saludo!
Vaya menú !!! Todo tiene muy buena pinta. Enhorabuena, veo que disfrutasteis.
Un saludo,
Joan
Un dia muy completo: excursión, cervezas en el aperitivo y un buen homenaje gastronómico.
Como siempre una descripción que no hay que leer antes de comer, porque despiertas al león dormido del estómago y empiezas a salivar. Felicidades.
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