Restaurante enmarcado en el término de Sant Gregori, pero pudiéndose

Restaurante enmarcado en el término de Sant Gregori, pero pudiéndose considerar de Girona capital, dado que se encuentra a escasos 5 minutos.
Interior sobrio pero acogedor a su vez, con un servicio profesional y realmente cercano gracias al buen hacer y simpatía de Eva y Xesco.
Debido a que era nuestra primera visita nos decantamos por el menú degustación sorpresa. Éste, elaborado con productos de temporada y con una materia prima excelente nos dejó más que satisfechos. Destacando el plato de patata trabajada con erizo de mar, huevo y trufa, también un exquisito foie perfectamente maridado con un tokaji. El servicio del vino estuvo a la altura del menú, Eva nos recomendó un El Puntido 2004 muy acertado y riquísimo. Copas Riedel y un precio más que correcto.
Un restaurante que debe ser una cita ineludible para los amantes de cocina de autor con tintes de la mejor cocina de temporada. Un placer.