Desconfinamiento

Después de la tímida reapertura de las terrazas de los negocios de restauración, en localidades con una población inferior de 10.000 habitantes se permite la apertura no solo de las terrazas sino de los espacios interiores, este es el caso del restaurante que nos ocupa sito en una localidad de poco más de 3.000 habitantes.

Han suprimido una de las señas de identidad del local, el mini gintónic que acompañaban al aperitivo, al comentarlo con Eva copropietaria y encargada de la sala nos dice que posiblemente ha sido un error el suprimirlo y que volverán a servirlo, ofreciéndose a servirnoslo con los postres.

Como aperitivo, una mini croquetas de queso de cabra, muy buenas

De primero hemos optado por guisantes lágrima del Maresme con sepionas, excelentes aunque para mi gusto un poco pasados de cocción, muy buenas las sepionas. Conxita ha elegido dos buñuelos de bacalao y dos anchoas acompañadas de coca de pan con tomate buenos ambos entrantes.

Los segundos "rossejat de fideus" con dados de rape y langostinos y suquet de rape con crema de marisco, ambos platos han cubierto perfectamente nuestras espectativas.

No hemos tomado postres y hemos pasado directamente a los cafés, que venían acompañados de unos "carquinyolis", con ellos nos han servido los mini gintónics.

Hemos regado la comida con una cariñena blanca, Aucalà 2018 elaborado bajo D.O Terra Alta por Celler Serra-Barceló de Els Guiamets, el servicio ha consistido en descorche cata y primer servicio y a petición nuestra el camarero deja la cubitera en la mesa con tal de servirnos nosotros mismos

El servicio cercano y agradable como siempre.