hola, he estado recientemente en este restaurante con mi pareja y la verdad no corresponde con la decoracion que es muy bonita , y el precio que pagas.platos muy pequeños en cantidades si llegas con hambre no es suficiente,servicio que deja mucho que desear , no se puede empezar a comer sin la bebida y el pan que tuvimos que pedirlo varias veces.y para rematar en el desglose de la cuenta de una copa de vino normalito 4e, cuando fueron 2 menus que se supone que entran las bebidas no, o eso nos dijeron, que menos que no cobrarte la copa o por lo menos avisarte.el o los camareros superdespistados en todo, no habian tantos comensales como para tener esas lagunas, en fin lo unico positivo el postre de manzana que si estaba bastante aceptable, el precio 15e por cabeza de menu, en 8 o 10e he comido mejor en otros sitios, chao.

La extensa carta de Bernini ha cambiado desde la última y lejana vez que fuí al restaurante. Los platos que probamos tenían un algo más allá de lo usual y común pero sin perder el toque casero. Un revuelto de morcilla con manzana caramelizada y unas sardinas en escabeche buenísimos. Los solomillos de atún en pisto muy buenos también. No me olvido de la esponjosa torrija con pan brioche! Me encanta el entorno, ambientado de manera que pareces estar en una casa particular acogedora y elegante. Buen servicio, rapidez y precio. Me quedé con ganas de volver y probar el resto de platos que ofrece el restaurante. A mi parecer uno de los mejores sabores de la región.

Llegamos a este restaurante de la palabra de un transeunte que no dijo: Tiene comidas al estilo italiano, pasta y pizzas... Como llevábamos niños, lo de las pizzas nos pareció genial.
Entramos y como era un poco temprano (las 13:30) pregunté si el comedor estaba abierto. Me dijeron que sí y nos sentamos. No obstante, al pedir pizza para los niños me dicen que el horno no está encendido aún y que el pizzero viene más tarde (¿para qué he preguntado si estaba abierto el comedor?)
Decidimos pedir y nos decantamos por unos platos de pasta, unos segundos y bebidas.
La pasta estaba muy normalita para la presencia del restaurante, incluso algo escasa. Los segundos estaban muy del montón. Yo pedí un confit de pato a la naranja que me sirvieron bastante frío y poco logrado. Pedí una caña adicional y aluciné cuando la camarera la sirvió y llegó goteando (no un poco) desde la barra hasta nuestra mesa donde la depositó sin apenas inmutarse.
La temperatura era baja, varios clientes se refugiaban en los abrigos que habían dejado en las sillas al entrar.
Lo que peor me pareció fue la realización de las pizzas. Efectivamente, sobre las 14 horas encendieron el horno de leña y aparecieron un chico y una chica que lo atendían. Ambos eran jóvenes, posiblemente hermanos. El chico parecía ágil y mañoso. Manejaba el horno muy bien. Sin embargo, al hacer las pizzas, no llevaba delantal, no se puso guantes y llevaba las manos llenas de anillos. Asimismo, no se cubrió el pelo. De la misma forma, la supuesta hermana, con gran cantidad de pelo, no se cubrió. A la vez que preparaba la comida, comía pizza y bebía coca cola, lo cual no me pareció nada adecuado. Un manipulador de alimentos debe regirse por unas normas básicas.
Finalmente, lo que me indignó es que a la hora de pagar la cuenta me habían cobrado 3 unidades de pan. Como habíamos pedido 2, reclamé. Sin embargo, me dijeron que el pan lo cobraban por persona ¿?¿?¿?. No me quedé convencido pensando que podíamos haber pedido más pan sin haber encarecido la cuenta, pero pagué.

Local acojedor con mesas enormes y suficientemente separadas, ambiente muy agradable con un servicio excelente en todos los sentidos. Pedimos platos recomendados en otros comentarios, Carpaccio de pulpo buenisimo, solomillo al Pedro Ximenez tambien muy bueno y la ventresca de atún con citricos, este plato de sabor estaba bueno, pero la cantidad de ventresca era insuficiente con mucho hueso y poco pescado, hasta el punto que me marco la cena. Los postres caseros estaban estupendos un pastel de chocolate caliente y otro de manzana. Un fallo importante fué la ausencia de carta de vinos. Tomamos un Becquer blanco.

Estamos sin duda ante uno de los mejores restaurantes de la provincia de Castellón.
Ambiente agradable y un servicio muy correcto.
La cocina es francamente buena y muy cuidada tanto en la elaboración como en la presentación.
Destacan los "carpaccios" ( muy bueno el de pulpo ), las carnes con unas salsas magistrales, el bacalao y la ventresca.
Como detalle sirven unas muy buenas patatas fritas, detalle que muchos restaurantes han olvidado ya.
Los postres espectaculares con helados caseros y una formidable "tatin" de manzana.
Carta de vinos muy amplia con algunos tesoros curiosos.
Muy recomendable

Modificación horarios del Restaurante Bernini:

Cierra las noches de Lunes a Jueves y Domingo noche. (Vísperas de festivos abierto por la noche).

Centrico asador de carnes, con algunas incursiones en la cocina de autor y también en la tradicional. Excelente el queso con mermeladas (en realidad una mermelada, la de tomate), y bien el atún con citricos y el bacalao, algo pasado de aceite. Buena la tarta tatin, pero con un helado industrial bastane flojo. No probamos carne, que parece ser la mejor opcion.
Precios en la carta con rectificanciones a boligrafo y que no corresponden con los precios de la entrada.
Carta de vinos y servicio aceptables, pero copas mejorables.
Servicio de sala rapido y amable.
Relacion calidad-precio algo descompensada

Restaurante ubicado en el centro de Segorbe.Decoración original, muy cómodo y tranquilo.José atiende las mesas y el servicio del vino y Rosa la cocina (ha realizado varias estancias en Ca Sento).Cocina moderna para la zona sin olvidar platos de cuchara tradicionales como la olla Segorbina.
Muy buenos los entrantes: Foie frio, vieiras, pulpo a feira y sobresaliente el queso Corrales de Almedíjar caliente con mermeladas.
De segundo tomamos pescado: Ventresca de atún con cítricos y lomo de bacalao a la vinagreta trufados excelentes. En carnes la oferta es mas ámplia: Solomillo a las brasas con Pedro Xímenez, Chuletón de buey a la piedra. Dispone de horno moruno a leña para el cordero, cabrito de lechal y cochinillo (por encargo).
Postres caseros , excelentes la tarta tatin de manzana y la tarta de chocolate caliente
Buena carta de vinos (en renovación) con algunas referencias internacionales y servicio con cambio de copas incluido. Tomamos Llagrimes de Tardor(Terra Alta) y Cesar Príncipe(Cigalés) excelente(35€ los dos).
Nos invitaron a los cafés. Buena relación calidad-precio: 168€ para cuatro personas (42€ cubierto). Servicio atento. Sin duda, una excepción en la oferta culinaria de Segorbe y su comarca.