Vuelta a Coure dos años y medio después. Respecto a la comida bien, me gustó el ceviche con huevas de trucha y aguacate (aunque no deja de ser un ceviche) y el primer postre (mousse de mango (creo) con espuma de coco y granizado de menta). Últimamente a todo el mundo le da por poner pichón en los menús degustación, lo he comido como mínimo en cinco restaurantes. Ahora viene lo malo: servicio algo apresurado, pero lo peor es que no se correspondía con la desesperante espera entre platos. Lo que podía haber sido una buena cena se convirtió en aburrimiento, en hincharme a pan (muy bueno) y en ganas de largarme de allí. Lo que digo siempre: ir a comer no es sólo comer.
Saludos,