¿He llegado tarde a este restaurante?

En un viaje de trabajo, decidí probar algún restaurante que no fuera un "clásico" en Santa Cruz.
El local es agradable, con luz que lo hace acogedor y con camareras atentas. Las mesas para 2 son realmente inaceptables por su tamaño.
Carta apetecible que entra por los ojos por la supuesta combinación de sabores. Además precios muy asequibles. Un NO rotundo al proponer probar varias cosas con medias raciones.
Cena para uno:
Entrantes: Unas vieras en tempura solo aceptables.
De segundo: Lubina pochada con una crema de no sé qué. Vergüenza me daría poner una ración como esa. 1/4 de mini-lubina de piscifactoría y además chicluda. Se quedó en el plato.
Postre: Tocinillo de naranja. Fatal. Ni la textura supuesta de un tocinillo ni sabor a naranja.
Vinos: Carta no muy amplia pero con inquietudes. Mostraba vinos de diversas D.O. intentando estar a la última al menos con los hermanos menores de las bodegas de moda. Me apetecía un blanco de las islas. En la carta había unos 12. Me costó conseguirlo porque la sorpresa fue que de ellos solo tenían dos o tres!!!. Incluso me ofrecieron un Palacio de Bornos dada la laguna en la oferta. Acepté el único Malvasía seco que había: Testamento Malvasía Dry 2006 (16€ + 5% de IGIC) servido fresquito, en cubitera pero en copas solo aceptables.
Sin detalles ni antes ni después (1.50 de servicio y cubierto)
Precio total: 53.03 (inc. IGIC)

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