Visita en familia en este restaurante de la zona de l´Albufera. Eramos 20 personas justo al lado del parque infantil, lo que supone una cierta tranquilidad para charlar y comer (ya que íbamos con 5 niños). Clotxinas buenas, un clásico esgarraet, patatas bravas y rematando con un paella de pollo y conejo servido en parte en plato y otro directamente en paella. Para postre un sorbete de mandarina.
Carta de vinos muy clásica pero una carta de gin tonic muy amplia.
Tarde agradable. Recomendamos reservar para ir un domingo.

Reitero mi anterior opinión en esta nueva visita.

La paella y la fideuá están MUY BUENAS, es decir, exquisitas, sabrosas, en su punto, el arroz y los fideos sueltos...............

Algo excepcional en mis apreciaciones, porque no suelo atreverme a expresarlo tan alegremente.

Conozco el restaurante desde hace más de 35 años, y he ido en numerosas ocasiones, si bien lo tenía olvidado desde hace al menos 10 años.

Mantiene la misma estructura que en sus inicios, comida tradicional valenciana, sin experimentos, acertada y sabrosa, al estilo de La Pepica (de peor resultado), es decir salones grandes y masivos, con cocina visible y orgullosa.

Tampoco he recorrido su carta, siempre he solicitado lo mismo, paella valenciana, fideuá, clóchinas y gambas al ajillo, todo ello con un resultado aceptable.

La decoración de las salas están desfasadas, pero el servicio es numeroso y voluntarioso.

Tiene un parque para niños, incentivo importante.

Comida para 6 adultos y 3 niños en este restaurante situado en el Perellonet.

Amplio local con restaurante interior, terraza y zona para niños con columpios, estanque con tortugas, bien cerrado para que no se escapen los nanos. Parking gratuito.

Local con decoración, vajilla y mantelería normales como la mayoría de los locales de la zona, El Palmar.

Pedimos de entrantes calamares romana, esgarraet, clóchinas y ensalada de frutos secos, todo correcto.

Para comer paella de conejo y pollo de corral que estaba bastante bien.

+ pan con tomate (el pan duro, se pasaron tostándolo)

Postres y helados para los nanos, los postres bien, yo me pedí un helado de biscuit cubierto de chocolate que estaba bueno.

Para beber, refrescos, cervezas y 1 botella angosto blanco + cafés

Carta de vinos no muy extensa, basada en valencianos, riojas y riberas, básica pero con algunas sorpresas agradables. Precios bastante comedidos , por ejemplo la botella de Angosto blanco 10 €.

Copas gruesas y pelín bastas y servicio del vino consistente en descorchar y cubitera.

Comida agradable y si vas con niños muy recomendable.

El precio lo desconozco, ya que fuí invitado

Si señores, hay que volver para repetir la leche frita!!!

Asistimos a este local 12 personas. Celebración de Navidad.

En general todo bien, es un local que frecuentamos dos o tres veces al año la familia y nunca nos defrauda. Siemre salimos satisfechos. Eso si, un local donde comer a base de picoteo y donde puedes ir con niños, ya que tienen una zona para niños con columpios y un estanque con tortugas.

Ensalada, puntillas, pescaitos fritos, calamares a la romana, patatas bravas....cervezas, vino (Martin Codax) y de postre...., para mi, leche frita (espectacular)

Un lugar donde comer picoteo como he dicho anterior, pero que, las bravas saben a bravas, los pescaitos fritos saben a lo que parece, se ve que aceite está siempre a la altura de las circunstancias.

Recomendable 100%

Comida semi-laboral en este restaurante con solera... como siempre lleno y no por ello se ve mermado el servicio.

Cañitas para hacer tiempo; copas mejorables para unas agradables 2 botellas de Bahía de Dénia; clochinas; calamares y un arroz a banda para cuatro... acabamos con cafés puesto que con las abundantes raciones no quedaba hueco para postre.

Seguro que repetimos probando algún otro arrocito antes de que acabe el verano, la RCP es inmejorable comparada con cualquier restaurante de la zona.

Total 104€

Cena de viernes con niños . Llamo por teléfono y a pesar de no ser verano y tener el restaurante prácticamente vacio aceptan abrirnos el comedor del fondo para tener a los niños controlados y que puedan estar en la zona exterior de juegos ( todo un detalle ) .
Carta clásica de picadas valencianas , probamos : bravas , puntillas , tellinas y calamares . Ceden ante peticiones de los niños ( platos que no estan en carta o que sólo sirven en el bar ) como bocata tortilla patata , sandwich mixto o pechugas con patatas ( otro detalle que no está nada mal ) . Vajilla y coperio de batalla . Servicio atento , también es verdad que estamos casi solos . No tomamos vino ( había ,que conducir luego hasta Valencia ) y con el stress de los niñós tampoco ojeo carta . Si que detecto al entrar un par de neveras conservadoras con tamaño considerable y parece que referencias variadas ( creo que muchas valencianas ) . Desde luego , un sitio perfecto para ir con niños ( que tampoco hay tantos ) . RCP muy razonable .

Desde lugo si fuese por las buenas sensaciones que aporta su web estariamos hablando de un moderno y sugerente establecimiento.pero una vez in situ te encuntras una gran casa de comidas valenciana , extremadamente grande,abarrotada de transportistas (camareros) lleva platos , con buen genero y correctamente elaborado.carta de vinos algo despreocupada .Es un restaurante donde ocasionalmente comer familiarmente , con niños y por un precio razonable.

ESTUPENDO!Ya estaba aburrido de tanta "cocina de autor", "cocina creativa", etc,cansado de no disfrutar de los sabores en estado puro, sino disfrazados con salsas y nombres muy sugerentes,pero que acaban siendo más de lo mismo, regresé al lugar donde, cuando era pequeño, comía con mis padres, esta vez con mis hijos, la paella de las de verdad,con arroz bomba, buena cantidad de verduras y carne(necesario para darle buen sabos al caldo),en su punto. los entrantes exquisitos: "esgarraet con mojama" de verdad: el pimiento natural, el aceite de oliva virgen, la mojama buenisima, muy buenas las puntillitas con ajitos, de postre "tarta de la Abuela" casera, es una especie de mousse de caramelo con crema, mi mujer casi no me la dejo probar, los niños comieron y se fueron a jugar al parque, nosotros mientras disfrutamos del clima que tenemos en Valencia, que nos permite comer en una terraza en el mes de octubre.

Comí ayer en El Blayet, el local no tiene ningún ecanto, eso sí, una amplia terraza, o puedes comer dentro si prefieres el A/C. La puntilla muy rica, las clochinas no tanto, una ensalada realmente buena y arroz negro que estaba de escándalo. No opino sobre el vino ya que apenas tomé un parde copas de Añacal blanco (Utiel Requena), que estaba bastante correcto. Recomiento en postres, la tarta de la abuela y otro que no recuerdo ahora con nata, caramelo y piñones. La R.C.P es excelente.
El "pero", la cola hasta llegar al Perellonet, ya se sabe, julio, domingo y domingueros.
Repetiré sin dudarlo.