Vaya bajón

Una pena. Lo que antes era un restaurante para disfrutar de la dieta mediterránea, ahora se ha convertido en una especie de chiringuito de lujo. Una carta recortadísima: 6 entrantes, (3 ensaladas, un plato de pasta, un salmorejo y un arroz caldero), 3 pescados, (merluza en salsa con almejas, lubina y pescado del día), 3 carnes (chuletón, solomillo y entrecote). Y se acabó. Ya conocen ustedes la carta. Se salvan todavía las carnes, especialmente el chuletón a la brasa, y la ración de arroz caldero.
Con la carta de vinos ha ocurrido lo mismo. ¿Donde se fueron aquel Regajal, aquel Valtosca shiraz, aquel Juan Gil, aquel Olivares...? Se marcharon para no volver. Si les ven pasar deles recuerdos... Pedimos Hécula, servido a temperatura ambiente (finales de julio con la ola de calor sahariana), el cual en cubitera de hielo se dejó beber. El entorno eso sí sigue siendo excelente, han cubierto la terraza mejorando la estancia pegada al mar. En definitiva una lástima que los nuevos dueños, (supongo), le hayan dado a este local otro aire.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar