La Excelencia

Antes de volver para casa, fuimos a cenar el sábado 13 de noviembre a uno de nuestros 3 restaurantes favoritos en la ciudad de Girona, el restaurante Massana, del Chef Pere Massana, galardonado con una estrella Michelin y dos soles Repsol.

Llegamos a las 20h15 y fuimos recibidos por el jefe de sala, Eduard Massana, que como ya os comenté en mi última visita en julio del 2020, es el hijo del Chef, quien nos acompañó a nuestra mesa, que como todo el resto de ellas y como ya expliqué en otros comentarios, era grande, muy bien vestida, con buena vajilla, buenos cubiertos y buenas copas Riedel 2 (antes eran Schott). No han habido cambios en la sala que sigue siendo muy acogedora. Esa noche el restaurante estuvo completo.

No voy a describir nuevamente la cocina de Pere Massana, asi que me permito hacer un copiar-pegar de lo que dije en mi ultimo comentario que sigue siendo de actualidad : "En la cocina el Chef Pere Massana sigue haciendo maravillas para deleitar las papilas gustativas de los comensales con su cocina creativa, innovadora, fruto de la cocina tradicional catalana, elaborada con productos de temporada y de proximidad de primera calidad"

El servicio de sala fue perfecto, amable, coloquial y muy profesional, sin ningún tiempo muerto. El servicio del vino fue excelente, explicaciones, consejos, descorche, primera cata, y rellenado de copas durante toda la cena. Su bodega tiene mas de 300 referencias.

Proponen un menú degustación que cambia cada temporada y que es muy atractivo y copioso, con la posibilidad de un maridaje de buenos vinos para acompañarlo. Es posible que en otra ocasión optemos por él, pero al mediodía.

Cenamos pues, a la carta

Primeramente nos sirvieron unos excelentes aperitivos :

Royal de salmó, ponzu i el seu caviar. Royal de salmón, ponzu y su caviar.

Musclos marinats, llima i coriandre. Mejillones macerados, lima y cilantro, la clasica y riquisima preparación del Chef.

Macaron “Caprese”

Como entrantes tomamos :

Canelons de pularda, escamarlans, el seu suc i crema de ceba dolça. Canelones de pularda, cigalas, su jugo y crema de cebolla dulce. Un plato que MC encontró delicioso y cuya percepción corroboro, pues me los dejó probar y estaban exquisitos.

Mar i muntanya, mandonguilles amb tòfona, parmentier i calamarcets. Mar y montaña, albóndigas con trufa melanosporum, parmentier y calamarcitos. Disfruté un montón, un verdadero platazo.

y como platos principales :

Gambes del Port de la Selva a la sal. Gambas del Port de la Selva a la sal. Cinco ejemplares de buen calibre fresquismos y de gran calidad aliñados con unas gotas de AOVE. Puro producto. Riquísimas.

Llobregant blau en suquet.  Bogavante azul en suquet.  Cada vez que voy a Massana y veo una preparación de bogavante en la carta no puedo resistirme y la pido y con razón porque vaya platazo señores, para rebañar mucho pan. Un plato de 10.

Los  panes artesanos que acompañaron la parte salada, estaban muy buenos.

Las fotos de los postres y del vino, por imperativos técnicos de Verema apareceran en el primer comentario.

de postre, optamos por :

Pera: Xocolata blanca torrada, gingebre i gelat de pera i Kombucha. Pera: Chocolate blanco tostado, kombucha y jengibre. Una pera en trompe-l'oeil (no es lo que parece ser) corona un postre delicioso.

Xocolata “bean to bar” Chocolate “bean to bar”. Una mezcla de texturas y sabores de distintos chocolates. Buenisimo.

Para beber, tomamos una botella de agua mineral de 1/2 litro y nos dejamos aconsejar para elegir una buena botella de vino por el sumiller según nos indicaciones. El Missatger Blanc Selecció 2018 DO Empordà. Celler Pujol Cargol.(Masarac -Girona) Cepajes : macabeu. Viñas viejas. Crianza 4 meses sobre lias. De color amarillo dorado, es un vino con mucho carácter, bien estructurado, untuoso y muy agradable y largo en boca. Nos gustó.

Finalizamos con dos buenos cafés y unos agradables y bien presentados petits-fours en una cafetera oroley, otro clásico del restaurante.

La cuenta ascendió a 110,12 €/persona. Muy buena RCP.

Como en cada ocasión que visitamos el restaurante, al final de la cena se siente una verdadera satisfacción, la sensación de haberse dado un buen homenaje. Como en cada una de nuestras visitas, tuvimos ocasión, de charlar un buen momento durante y al final de la cena con el Chef Pere Massana, de todo un poco, sobre cocina y sobre el panorama actual de la restauración ... Actualmente su restaurante se llena casi todos los días, de los cual nos alegramos pues francamente se lo merece.

En esta visita a Girona, aprovechamos para hacer una visita a "Mongourmet", la boutique de delicatessen que posee el Chef cerca de la Rambla de la ciudad, donde compramos algunos productos gourmet interesantes, entre ellos una deliciosa tarta de queso (mal llamada cheskake en el aparador) que os recomiendo degustar si teneis ocasión de visitarla y que nos recordó a la famosa y buenisima tarta de La Viña en Donostia. Sin ninguna duda volveremos en cuanto se presente la ocasión. Muy recomendable