Xeflom, comimos cous-cous de cordero, que estaba bueno pero los e comido mejores en otros marroquis, de buena cantidad sí, pero un poco escaso de condimento o por lo menos a mi me gusta con mas especies, pasas, cebolla zanaoria y carne no solo semola de trigo.
La decoración intenta imitar un local como modernista de principios de siglo con las clasicas sillas de madera modestas de la epoca y tiene dos aparadores antiguos !muy bonitos¡ pese a esto lo encuentro frio todas las paredes estan completamente vacias y pintadas de blanco y la iluminación son unas bombillas grandes que caen encima de cada mesa por su cable, estas dan buena luz a los comensales pero no a la decoración del conjunto.
Sumado a un tabique de obra que hace se separación que es de celosia orroroso que yo desde luego lo tiraria abajo y a que el ruido del establecimiento no es muy grato pues lo oyes todo. Este restaurante estaba antes en otro local mas pequeño y acojedor, yo creo que con el cambio a perdido encanto y calidez eso si a ganado comensales.
Estoy de acuerdo. Para el comentario realizado, la valoración es ínfima. Yo he ido varias veces a Dukala. El trato me encanta y de la comida( que ahora citaré de memoria) me gusta el cuscús de pollo con canela, me parece logradísimo; el cordero al azafrán y un entrante de berenjenas con cilantro que es aromático y estimulante. A mí es el marroquí que más me gusta de la ciudad. Si hay otro mejor y lo conocéis, decídmelo. Me gusta probar
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