El mejor arroz del senyoret que he probado en muchísimo tiempo.
Ayer acudimos a la "apuesta segura" en Gandia y salímos con la sensación de haber tastado uno de los mejores arroces en eónes.
De entrantes ensalada de aguacate y salmón, buena y bien presentada.
Unas croquetas de jamón, bien, normal.
De bebercio un vermut, una caña y un José Pariente que nos supo a gloria.
Postre milhojas con fresas y chocolate calentito.
2 Gins de beefeater y tónica schweppes. Cafes.
Trato buenísimo, en todos los aspectos. Entramos a las 15:00 y salímos a las 18:00.
Buen servicio del vino, muy atento.
Lo dicho, el arroz merecía una nueva valoración, de concurso.
Enhorabuena.

Acudí un martes a mediodia, estando el local casi lleno, pero no se notaba el bullicio. Local con mucha luminosidad.

De entrantes: Ensalada templada con pulpo y gambas, crujiente de bacalado, jamón de bellota.
De plato fuerte: Arroz meloso de gambas y alchachofas (exquisito)
Vino blanco Chardonay

Desde que abrieron hemos ido a comer en diferentes épocas del año, no me he afianzado como cliente apasionado aunque he acudido en bastantes ocasiones porque se trata de una apuesta segura. El local es diáfano, un único espacio cuadrado desde donde divisas todos los ángulos del restaurante, lo que hace que el servicio esté pendiente de tus necesidades constantemente. Las mesas, como ya se ha comentado, son redondas y amplias, las conversaciones, por lo vivido, son mucho más homogéneas entre todos los comensales (algo impresencindible cuando se trata de compartir mantel en celebraciones o reuniones de trabajo) no obstante, debido a la falta de separaciones por lo abierto del local no se dispone en muchos casos de la privacidad necesaria. Botella medio llena o medio vacía, según se mire.
La carta está compuesta principalmente por lo mejorcito de la comarca, platos como gambeta en bleda, espencat y demas especialidades de la zona tratadas con cariño y mucho gusto. Los arroces son la estrella, me reitero cuando hablo de apuesta segura. Se nota que en cocina disfrutan con todas las variedades que preparan. La reposteria es un punto más a favor, por lo elaborado y la buena presentación de los postres. Mención especial a las milhojas con plátano y chocolate calentito... merece la pena llegar.
El trato al vino es correcto, alguna sugerencia útil por parte de la jefa de sala. Referencias de la zona, un poco de todo, con bastante gusto.
Si alargas la comida (siempre lo hago cuando estoy a gusto) notas en exceso que el local entero queda a tu disposición, síntoma que te inquieta per "patiment" para con el personal que trabaja con tanta dedicación. En líneas generales es muy recomendable. RCP de lo mejorcito de Gandia.

Aunque el cartel con el nombre del restaurante y la zona en la que se ubica hacen que te pienses dos veces entrar, no todo va en consonancia.

La decoración del comedor es la típica de los lugares con no demasiado caché, donde suelen hacer comuniones o banquetes de boda (las servilletas están atadas con una esfera de cartón). Ahora bien, la comida y el vino no tenian nada que ver con esta poco favorecedora primera carta de presentación. Y bueno, a lo que se va a un restaurante es, sobre todo, a comer.

Fuimos un viernes a mediodia,siendo la única mesa. El trato fue cordial, amable pero no cargante.

Tienen diversos menús, y segun la comida que pongan, varia su precio. Nosotros elegimos uno llamado menú sorpresa,en el que teniamos diez entrantres (cinco fríos y cinco calientes).
Lo que más me gustó fue el espencat y una tosta con aguacate y cebolla. Se nota que es un sitio que se ha montado alguien que sabe cocinar de toda la vida, porque mantiene los sabores tradicionales, pero también se nota que quiere hacer algunos pinitos cambiando las texturas.

El vino fue un descubrimiento también. Un tinto: Barranc de l'infern: color picota,muy afrutado, sobre todo fruta roja, ciruela... pero ni muy fuerte, ni demasiado largo. Acidez justa.

La carta de vinos es correcta.

Si mejoraran el local y la forma de sacar la comida, ganarían.

Restaurante en Gandía de decoración clásica, atmósfera sosegada y cómodas sillas y mesas. Comimos en una de las mesas redondas que, personalmente, las prefiero a las cuadradas, ya que contribuyen a un mejor diálogo entre los comensales.
Servicio siempre atento y cocina tradicional de La Safor, con algunas innovaciones pero siempre con raíces, como "les coques de dacsa", una especie de tortita de maíz que, en este caso, fue acompañada de atún y berenjena. Pedimos arroz marinero con alcachofas muy bueno, en su punto de cocción y sabor. Excelentes los pescados también.
Carta de vinos centrada principalmente en los vinos de la comunidad valenciana, mucho clásico y alguna cosa interesante. Precios comedidos y buen coperío.

Mi más sincera enhorabuena a este restaurante por su buen hacer, su servicio siempre atento y agradable y su cocina arraigada en esta zona marinera. Volveremos.

He vuelto a este Restaurante, excelente servicio, bien tratado el vino y magnífica comida, a saber Revuelto de espárragos trigueros con jamón de bellota, crujiente de gambas con bleda y salsa de bogavante, rodaballo asado con limón y romero y entrecotte de ternera gallega con aceite de hierbas, postres milhojas de chocolate blanco con frescu y tarta de manzana, tomamos shiraz 05 y dulce casta diva miel 05, buena RCP 49 euros por cabeza vino incluido, recomendado queda nuevamente

Excelente restaurante y servicio.
Calidad y precio comimos unos entrantes
que estaban de muerte y un arroz con alcalchofas
y gambas. y los postre superiores
hacia tiempo que no comia tan bien.
una bodega perfecta, pecio y calidad bunisimo

Muy bueno el servicio y la calidad, pero se pasan en el precio, ello justifica que un sábado al mediodía solo estuvimos 4 comensales.

Muy recomendable , sin dudarlo de lo mejor que ultimamente hemos probado , materia prima , preparacion , resultado excelente. Podeis ir sin dudarlo. Saludos

Buen restaurante en Gandía, para comer un arroz perfectamente elaborado y unos entrantes excelentes. Pedimos de entrantes unos rollitos de berenjena con pimiento, gambas y queso rallado, y un calamar a la plancha con verduras salteadas que estaba de muerte.
Luego un arroz con bogabante buenísimo y de postre crujiente de leche frita, helado de yogurt y milhojas de piña en sopa de coco. Con cafes y vino, los 3 por 97€.
La carta de vinos correcta, con una muy buena selección, algo corta en blancos, copas bien, decantadores y armario de vinos. Faltaban vinos dulces para el postre. Tomamos un Enate Chardonnay 234.