Hemos vuelto a la normalidad climática, llueve y la temperatura es normal para la época, hemos dejado atrás esas noches tropicales que tienen su "bueno" y tienen su "malo".
Bilbao estaba hoy más "azul" que nunca y la cita era ineludible pero también teníamos nuestra cita particular con un menú que ofrecen varios restaurantes de la capital denominado AlGusto un menú con productos de la tierra que la verdad es que procuraremos ir degustando en algún restaurante más.
Hoy concretamente nos hemos acercado a un viejo conocido y este mes hace un año ya que empezó a fraguarse aquí mismo una buena amistad con dos veremeros de pro y sus respectivas.
Ya está descrito este elegante local que sigue siendo una estupenda referencia en la ciudad.
Destacar sin duda la profesionalidad del servicio que además en concreto en la chica que nos ha atendido, se añade una simpatía natural muy de agradecer.
Comenzamos el recorrido gastronómico en sí:
Jamon de Euskaltxerri con jugo de tomate y pan de maiz generosa ración de un estupendo jamón, cortado fino y muy sabroso, acompañado de un par de panes tostados de maíz. A mi ese pan me tiene ganado el corazón. El tomate natural con un chorrito de aceite de oliva que le da un toque excelente. Buen plato que nos deja ver lo que el menú va a suponer.
Mejillones al vapor sobre crema de anchoas en salazón y sorbete de campari El sorbete se ha quedado en una crema, nos lo ha dicho la camarera pues estaba tan dulce que no ha podido helarse. No he terminado de entender muy bien el sentido de este acompañamiento tan dulce pero como venía en recipiente separado no era obligación comerlo. Los mejillones carnosos, sin bobadas, de buen tamaño y la crema de anchoas estaba deliciosa. De nuevo buen producto.
Mollejas de cordero salteadas sobre tierra de olivas, ajo y carranzana caranegra Seguimos con unas raciones a mi entender casi demasiado generosas y más para una cena. Estupendo punto de una carne que a mi....... pero hoy estaba a mi gusto. Buen rallado del pan y el toque del queso muy logrado.
A destacar en este intermedio que en cada servicio se cambian todos los cubiertos y que nos han sacado también un par de panes tipo chapata que estaban bien ricos pero que curiosamente hoy, cosa rara en mi, no he podido terminarlo dada la contundencia del menú.
Rape asado en su jugo con tofee de cebolla morada de Zalla y patata asada El pescado con ese punto que me gusta tanto, con esa "tiesura" característica del rape y el punto ideal.
Las patatas con piel y sin historias raras, patatas en sí.
Quizás esa cebolla pecaba un tanto de exceso de dulzor pero desde luego que estaba como para untarla en pan y desayunarla mañana.
Foie sobre manitas de cerdo a la plancha, sopa de ajo y pan de maiz con este plato hemos tenido un "problema", ya estamos plenos y es un plato contundente, graso y la ración vuelve a ser no precisamente de menú degustación. Así que realmente no podemos valorarlo en su justa medida pues estoy seguro de que de comerlo en otras circunstancias el resultado hubiese sido otro.
En el precio del menú daban la opción de elegir entre dos vinos, un
Cune Rva Aizian 2008 ó un Txakoli Itsasmendi 2012 imagino que más de uno pensará que uno es.......... pero uno es lo que es, así que nos hemos quedado con ese txakoli, servido en copas Schott y tratado con un mimo a destacar por la persona que nos ha atendido que ha tenido el detallazo de ir "piano-piano", sin rellenar la copa más de lo debido y atenta hasta el último minuto.
Me gusta este vino, mucho aroma a fruta, muy fresco y con esa acidez muy característica de esta variedad.
Llegamos al postre y para ello me pido una copita de Don PX, no había uno más potente que quizás hubiese marinado mejor con lo degustado pero este vino es pura miel y goloso de ganas, me relamo una y otra vez.
Tarta de quesos (carranzana caranegra) con helado de membrillo excelente tarta con sabor a queso. Las tartas de queso a veces saben a cualquier cosa menos a eso pero en este caso la duda ofende. Golosa, recién hecha o al menos se podía apostar a que lo estaba. El helado de membrillo ideal para la tarta. Un postre muy bien conseguido que ha sido un remate apoteósico para un menú que bien pudiera ser incluso compartido.
Sé de buena tinta que uno de por aquí viene a comerlo dentro de poco y espero que pese a lo tripero que es, no pase precisamente hambre.
Rico café acompañado de esos detalles tradicionales de este restaurante en forma de Tacita de chocolate, tejas y un esponjoso de bizcocho pero señores, no había manera de hacer un hueco para ello así que por educación hemos probado todo pero sin poder terminarlo.
Buena experiencia culinaria, y la pena es que uno no tiene valor para ir hasta casa andando pues hoy lo hubiese necesitado.
El menú son 59e más iva y la copa de PX han sido 4,5e