Local en la bahia de LLança con magnificas vistas y decorado con gusto.

Casta de vinos muy moderna con excelentes y abundantes referencias; pocos vinos foraneos pero bien seleccionados. Servicio de vino correcto, con precios x 1,5 ó 2.

Cocina contemporanea moderna, especialidad en pescados y mariscos frescos, cocina imaginativa y moderna, precios caros, carta minimalista, excelentes postres que acompañan de oficio con el vino dulce que mejor le marida lo cual es de agradecer

Restaurante con un mnú degustación muy bien conseguido: junto con el Miramar (y mejor que él) es, de lejos, el mejor restaurante de Llançà, habiendo mejorado una barbaridad en los últimos 4 años: las propuestas del menú son excelentes, cómo lo es e servicio. Los precios, en torno los 70 euros, son aceptables, en relación a la calidad, cantidad y servicio. Buena carta de vinos, aunque, cómo pasa en ete tipo de restaurantes los precios superan en 2 a 3 veces el precio del mercado ..... y ésto, no debería ser así

Buen Restaurante en Llançà, justo antes de llegar al Puerto. Las propuestas de Lluís (jefe de cocina) son muy honestas y con buen equilibro entre elaboración y calidad. Quizás debería cuidar las cocciones y las temperaturas de algunos platos (excesivamente calientes en algún caso: rissotos y las recientes múrgoles rellenas de bacalao). Excelente steak tartare. Disponen de armario Eurocave en el mismo comedor (al lado de la cocina), y también en el piso de arriba (es el Restaurante del Hotel La Goleta). Buen servicio del vino. Carta de vino en proceso de mejora con propuestas interesantes (nacionales). Copas Riedel correctas. Proponen al cliente decantar al vino cuando lo creen necesario.

Comedor agradable con estilo marinero moderno. Copa de cava y dos mini-aperitivos (especialmente agradable el helado de sardina). Copas correctas. Carta de vinos equilibrada. Panecillos de dos tipos, correctos. Pescado de calidad, muy bien tratado ("espardenyes", tripa de bacalao, parmentier de brócoli con caviar, rape y bacalao ligeramente ahumado). Postres acertados, maridados con sus vinos, en una acertada propuesta. Café acompañado por "petit fours", uno de ellos bastante destacable. Servicio con un trato muy correcto y profesional, pero nada distante. Una buena propuesta, aunque "el pescado es caro". Unos 50-60 euros por persona, sin los vinos.