Sábado lluvioso, entramos unos cuantos compañeros de trabajo en este restaurante elegido por el personal de la zona.
El lugar es cuánto menos cargante....habrá a quien guste este estilo de decoración, todas las paredes literalmente abarrotadas de cuadros con motivos taurinos y del famoseo de este país, a mi sinceramente me la bufa, sobre todo el famoseo.
El caso es que el lugar es un laberinto de escaleras y estancias, al fin llegamos a la nuestra, allí esperaba un servicio joven y dispuesto.
Mesas convenientemente vestidas, aunque la cristalería cada una de un palo, yo hice acopio de las Riedel, ya que a mis compañeros por desgracia les da igual una Riedel que una tinaja de barro.

El menú estaba pactado con anterioridad, de entrantes fueron;

-Sardina marinada con refrito de ajetes, base de tomate rallado y crujiente de maíz.Este fue para mi gusto el mejor entrante.

-Espárragos trigueros en tempura con salsa romescu y cono de pasta filo.Bien pero sin sorpresa.

-Albóndigas de queso y jamón de pavo sobre pisto manchego y queso rayado.Bastante logradas las albóndigas, rico.

En los segundos teníamos varias opciones entre carnes y pescados, yo me decante por el pescado por que el vino blanco que incluía el menú me gustaba más.Y pedí un rodaballo en salsa de setas, de generosa ración pero sin chispa en la elaboración.

El postre fue una trilogía de chocolate con helado de leche merengada bastante goloso y rico.

En cuanto a la bebencia, cerveza de barril ( amstel) que no me va en exceso, de blanco Marqués de Toledo, una fresca Verdejo y en tinto otro Toledano, Corpus del Mundi, Cava Juve y Camps.

Por cierto cafe para no pedir.Y servicio más que agradable y dispuesto.

Hacia años que no iba por El Callejon de los Gatos. El lugar merece la pena verse porque esta abarrotado de elementos taurinos, fotografias, carteles, etc en una casona antigua perfectamente rehabilitada y acogedora. Nos pasaron al comedor del fondo donde estuvimos unas 5 o 6 mesas.
Nos entregaron las cartas y constatamos que seguian con una importante oferta de carnes. Los entrantes eran muchos y variados.
La carta de vinos es curiosa, con descripcion de las variaedades de cada vino, su grado alcoholico, etc aunque me pareció ver que no ponia la añada ( tengo que decir que la letra era diminuta y quiza el problema era mio). Nos decidimos por un Pago de los cApellanes crianza 2008 perfecto y bien servido de temperatura ( 26 euros).
En cuanto a la comida, el camarero era muy atento y nos tomo nota insistiendo que no queria que comieramos ni poco ni mucho. Pedimos chipirones plancha ( buenisimos) y cigalitas salteadas con ajo ( bien). Lo que no me gustó es que al decirle si eran muchos entrantes nos comentó que ponia dos medias raciones y asi ibamos bien para la carne. Pues bien, nos cobraron las raciones enteras... es verdad que los platos no parecian "medios" pero no sé porque dicen una cosa y luego hacen ptra. Por no discutir, no dijimos nada..
Las carnes que pedimos fueron Lomo alto que estaban bien sin mas y un solomillo que era regular. Parecia un corte de entrecot, estab algo seco y carente de sabor por completo. El trozo mas bien pequeño.
Como celebrabamos algo especial pedimos una botella de Tokaji de 5 puttonyos habida cuenta que cada copita eran 15 euros y el precio de la botella ( que nos abrieron) era de 75, decidimos llevarnos la botella.
No tomamos postre, solo cafe.

Todo, sin el Tokaji salió por 110 euros lo que no resulta nada barato siendo la calidad media. DE cualquier forma, es un lugar que se puede visitar porque ademas, como ya me avisó Craticuli, la oferta gastronomica en Albacete ciudad no es muy alta y este lugar es acogedor.

Por mi parte tardare años en volver.

El sitio es peculiar, con adornos taurinos, fotos de los toreros más importantes y navajas de Albacete colgando por las paredes. Por su decoración es digno den ser visitado. Sin embargo, el gazpacho no es nada especial, estaba bastante seco. La carta de vinos tampco se pasa, pero no está mal.

Absolutamente recomendado no sólo por su comida sino también por su ambientación. Uno de los mejores cortadores de jamón de España y excelente servicio. Recomiendo el Foia que hacen en la casa y cualquier carne. Gran variedad de vinos.

Encantador restaurante, a modo de antigua venta con numerosas estancias. Decoración taurina.
Excelente cocina manchega...y mucho más.
Extensa carta de vinos, inmejorable en referencias de caldos de La Mancha.
Servicio atento y profesional.
Inexcusable visitarlo si se pasa por Albacete.
RCP: buena

Uno de los restaurantes más pintorescos de España. Los amantes y aficionados al toreo no deben perdérselo.

Una cocina tradicional manchega muy notable, con una carta amplia con ricas especialidades. Excelente materia prima en numerosas entradas calientes, ensaladas o para picar: Tortitas de camarón, Hígado de Oca sobre queso fresco y cebolla confitada, Revuelto de ajetes, Habitas fritas con jamón ibérico o chopitos, revuelto de langostinos con chopitos,..etc

Muy buena muestra de excelentes pescados, arroces y guisos, aparte de los de la zona (Gazpachos manchegos, Judías con perdiz, Estofado de rabo de buey...). Señalaremos uno: Arroz caldoso con pollo de corral. Entre las carnes a destacar la calidad del cordero (Costillar), la perdiz, etc.