Fuimos ayer sábado a cenar con mi recién marido y él disfrutó muchísimo. Yo no mucho, la verdad. El motivo es que soy muy especial con el comer y me encontré que no hay carta y que, obligatoriamente, tienes que hacer menú degustacion y que se compone según lo que el chef haga ese día.
El menú consta de 3 entrantes de los que no comí ninguno pero a mi marido oe encantaron. Posteriormente le siguieron unas vieiras con timbal de judías y bañado con sopa de puré de patatas con aceite de trufa blanca, brutal!
Luego vino un pinxo de cigala a la planxa. Nada más eso pero buenisima! Luego un pescado dl dia encima de arroz salvaje con calamarcitos. El pescado fue de gran calidad. Por último, filete de buey guisado con ajo. Yo no lo comí pk no soy de carne pero a mi marido le gusto mucho.
Los postres, un par estuvieron correctos.
Bañamos la cena con un vino blanco "Xarel·lo" muy rico. Sabor afrutado con final seco y nada largo!
Tomamos un cortado y él café.
La cuenta subió a 162 euros ambos. Precio elevado pero de gran calidad todo. El matrimonio muy simpático y amable.