Conozco la Tasca Angel, desde hace más de treinta años. Entonces estaba el Sr. Angel atendiendo su minúsculo local sin pretensiones, una cervezita y una tapita de sus famosas sardinas.
Posteriormente los traspasó a un hostelero, llamado igualmente Angel, proveniente de su bar denominado "Barbi" en la calle Serranos. Un hombre campechano y muy trabajador con su esposa a la cocina. Ahora está en manos de sus hijos.
Lo visité hace unos meses, pero ya no me gusta tomarme unas deliciosas sardinitas y estar en precario en la barra, atestado de personas que tiran las peladuras de las habas al suelo.
Se tiene que renovar.
Pues si quieres no te digo que no, pero es que no lo hay :-)
El problema es que un recién llegado a veces comete el fallo de dar palos a los restaurantes por su ubicación, porque la mesa de al lado tenía un niño que se levantaba y les daba patadas en la espinilla, porque esa noche había una manifestación y se escuchaban los ruidos... Todas estas cosas las he leído alguna vez y esto es un perjuicio claro para el restaurante que poco puede hacer al respecto.
"Labor de educación vs escarnio público".
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