Local ruidoso (y si hay niños, ruidoso no, lo siguiente), muy céntrico, con una parte de terraza en zona peatonal, con mesas dispuestas en cercanía partidas por el pasillo con gran tráfico de personal de la sala, todo lleno y con espera en comida de viernes. Buen personal en sala, fácil de entendimiento con los frecuentes comensales que hablan raro y comen pronto, muy eficientes, siempre con sonrisa amable y queriendo que salgas contento. Muy importante para las sensaciones finales.

Llama la atención un buen puesto en tripadvisor y creo que este local es un clero ejemplo para estar arriba en esa clasificación: no hay alardes en la comida ni un extraordinario producto ni una cocida imaginativa con trampantojos, pero está bien hecha, las raciones son más que la media y a un precio razonable, en zona de frecuente paso de turistas (muy de escribir ahí) y una afabilidad y ganas de agradar de un joven personal en sala, al estilo Corte Inglés cuando abrió.

Mesa con mantel y servilletas de tela, cubiertos, copas, etc.. muy correctas, buen cambio de platos y cubiertos, tiempo de servicio correcto.
Carta de comidas donde destacan arroces (solo por encargo) y alguno de los que vi pasar merecen el encargo.

Comida para uno que opta por el menú 22€, que incluye (por supuesto el IVA) pan loncheado y correcto, un aceite Oliespal del Alto Palancia que cumple y bebida que opté por una copa de Pasión de Bobal que era al final de la botella y quedó un poco corta para mi gusto, no solo bien servida en la mesa sino dada a catar a pesar de que era para una copa:
. pan, alioli y tomate rallado, con unas aceitunas partidas. Bien todo especialmente el alioli que se podía coger entero sin caerse, buena intensidad (más de la media).
. primer plato a elegir entre 3 tipos de ensalada / ensaladilla, crujiente de verduras, crema de puerros y sopa de pescado.
Con el calor exterior se descartar solas las dos últimas, así que verdura sí o sí; veamos la que se denomina Ensalada Navarro, con hojas verdes, verduritas, atun, mojama y jamón.
Resultó un plato tipo montaña de verduras que costó hacerse con él. habia lo nombrado y algunas cosas más: pepino, aceitunas blancas, cebolla, láminas de rábano, taperas, zanahoria, remolacha...
. segundo plato a elegir entre arroz, pasta, merluza, emperador o entrecotte.
Ya que los arroces le dan fama, a por el arroz a banda: buena ración, buen punto de arroz, buen fondo, tropezones de calidad media pero abundantes.
. postre: helado de turron con pasas caramelizado: dos buenas bolas de helado de turron, con pasas que cumplen y algóun corte de fresa, uva y ciruelo que acaban de decorar el plato.
Se quedaron fuera el helado de vainilla y lecho de chocolate y el flan/natillas/tarta casera.
. no tomé café ni el clásico chupito de licor ofrecido en varias ocasiones por diferente personal de la sala.

Si estás de turismo por el centro y quieres un arroz, no es mal sitio y más si has sido precavido y reservas mesa y arroz. Así lo hizo el más famoso monologuista actual que por allí andaba.

Restaurante regentado por la familia, el trato y la profesionalidad es muy bueno, se desviven por el comensal, sin ser pesados, optamos por la clásica paella, buen sabor y buena cocción del arroz, con su socarrat incluido y una alcachofa entera como adorno que mejoraba la presentación. Los entrantes, ensalada con un tomate fresco entero gigante con salazones varios es muy buena, gracias al producto fresco y el colorido del plato, los calamares muy tiernos y el rebozado con buen aceite, la carta de vinos muy completa y al tratarse de comida mediterránea bastantes valencianos, nos decantamos por un Vegalfaro tinto con crianza que nunca defrauda ya que he probado de esta bodega también el blanco y calidad precio está muy bien.

Agradable local muy luminoso a pesar de ser una calle con no mucha luz, bonitas flores en las mesas. Agradable decoracion de la mesa, muy sencilla. Curiosa carta de vinos, que pareciendo muy sencilla, una unica cuartilla por los dos lados, hay una buena representacion de multitud de vinos de España y algunos de ellos vinos de reciente aparicion en el mercado. Entre para comer arroz y comi un buen arroz a banda quizas con demasiados tropezones aunque eso si, de muy pequeño tamaño, trocitos de sepia, rape? no recuerdo seguro, gamba y clochinas. Magnifico sabor del helado de avellana del postre. Agradable la camarera me trajo informacion sobre el vino que bebi y su bodega, Un Cabernet F de Chozas Carrascal 2007, dude con pedir Pasion o Las 8 tb de Concha Carrascal. El arroz, el vino, una cerveza, el postre y el cafe 50 euros

Hace poco comimos allí toda la familia para celebrar un cumpleaños, sobre todo nos gustó el sitio porque es muy acogedor,estuvimos en una mesa con un ventanal que da a la calle peatonal. Os recomiendo el arroz meloso de gambón y el sorbete de limón.

Céntrico, detrás del Ayuntamiento, acogedor y entrañable; estupenda comida; buena carta de vinos y un servicio esmerado, recomendable, :

* Verduras de huerta, estupendo plato completo y variado; solomillo a la parrilla, con una guarnición sabrosa y generosa; helado de vainilla casero; en vinos un cabernet sauvignon- merlot 04 de Enate que le faltaba un par de años pero ya estaba rico rico, a exaquo con un dulce de Turis. Si les digo que todo eso ascendió en caja a 32 € sin vino, pero eso sí con la amabilidad y el bien hacer de Rosa, grandísima profesional, ya me dirán cuando sigan mis pasos que cuanta razón llevamos, al tiempo y que aproveche.

Su trayectoria le confiere un nombre que con el tiempo ha sabido mantener, su trabajo con los arroces es sencillamente profesional, la posibilidad de degustar un par distinto en el mismo plato es un atractivo para aquellos que gustan de probar, el trato mas que correcto y la seriedad de lo que te sirven no defrauda a nadie, la bodega muy cuidada trata con esmero el servicio de vino, sus postres y la atencion de una mistelita de la casa ponen la guinda a una muy buen opcion en el centro de la ciudad.Buena relacio pc.

Pues efectivamente este local fundado en 1951 atesora un gran nivel y una línea de calidad francamente regular y seria. Sin duda un clásico en Valencia que basa toda su cocina y propuesta en una gran selección de las materias primas y una cocina de corte clásico muy seria.
Quizá, en mi caso, no es lo que mas me gusta encontrar en un restaurante, reconozco que me inclino mucho mas por que me sorprendan y por la cocina creativa, aunque reconozco también, que este tipo de restaurantes tienen su sitio, sector y su clientela.
La verdad es que en las tres veces que he ido a comer, todo ha estado mas que correcto, muy a tener en cuenta y muy recomendable para quien gusta de este tipo de restaurantes y cocina clásica bien hecha.
La bodega necesitaría un remoce, pero es honrada y correcta y muy a tono con la propuesta culinaria.
Bien en cuanto al resto y equilibrado en todo incluso en precios.
Lo mejor, la ubicación, esto hace que casi siempre este lleno.