Atraidos por los comentarios, decidimos visitar el restaurante durante un viaje. La verdad flojo, muy flojo, aunque lo que no había comentado nadie es que era el rest. de un hotel, no se puede tener solo una ensalada en la carta, que encima la pidas y el camarero te pregunte que ensalada quieres siendo que no hay otra....
Carta con cinco entrantes, cuatro pescados y cuatro carnes. Platos bien presentados pero muy escasos. No teníamos mucho apetito ese día y pedimos una ensalada, un pescado, una carne, agua y dos cervezas, por cierto una estaba caliente. Total 62 euros

Estuvimos hace apenas 1 año y nos quedo un buen recuerdo. Ahora hemos vuelto y la verdad nos a sorprendido. En la comida nos dejamos llevar por la pareja que lo regenta, hicimos el menú sorpresa y no falto de nada (en comentarios anteriores ya aclarais que es un restaurante de Hotel que ahora se ve que esta de moda!). En quanto al vino, bueno, las copas quizas no estan al nivel pero lo contraresta una peculiar bodega que nos explicaron era reciente, climatizada y justo al lado del comedor donde puedes entrar y elegir el vino "in situ". Tienen infinidad de referencias, todas las DO nacionales y sobretodo de Catalunya, nos aconsejaron un Clos Martinet 2002 acertadísimo!, y el precio el justo. No faltan vinos dulces de postres que nos contaron son su pasión. Un poco escondido pero merece la pena. Creo que dará que hablar.

Muy buena RCP. Ofrece menu sorpresa por 36 euros vino aparte. Dispone también de menu degustación. Mejores los entrantes y pescados que la carne, aunque lo que mejor domina para mi es las combinaciones de ambos. Calidad alta. Cocina de autor por los cuatro costados y eso significa descubrir nuevas texturas y sabores pero cantidades más bién reducidas. Cambia los menus degustación y la carta cada temporada, cosa que es de agradecer y que no sucede en la mayoria de los restaurantes de la zona. El servicio es muy atento y esmerado. Con esta ocasión debo llevar unas 10 visitas en los últimos 5 años (antes estaba en otro local) y los precios los ha ido manteniendo, siendo hoy dia casi "normales". Muy recomendable.

Me sumo al comentario anterior, para que no se crea que es (o no sólo) spam. Una cocina personal, en una zona poco favorable. Se ha trasladado hace poco a un hotel, desde el minúsculo local anterior en el puerto deportivo, y con el cambio ha ganado espacio, en las mesas y los fogones. Son ahora dos socios, ambos cocineros, y se nota que lo hacen con más comodidad. Sólo matizaria levemente el entusiasmo del comentario anterior. La cocina, en torno al 3,5 (muy digna, pero sin llegar a muy buena-excelente). Los postres flojean. La bodega es también muy digna, a precios moderados: sorpresas agradables (Alleu) y olvidos sorprendentes (Coma d’en Pou de Barbara Forés, pero no el blanco de garnacha del año, de excelente precio y calidad, en un local veraniego y de pescado...). Por eso, y por las copas sólo pasables, un 3,5. Y el entorno, por supuesto, no merece un 5, máximo un 3, es un cómodo pero anodino comedor de hotel. Pero el esfuerzo, la sinceridad-honestidad de la propuesta y los precios moderados (sobre 35 persona, con vino) valen la pena, cuando se està por la zona por supuesto, o incluso con desplazamiento ex profeso.

De verdad merece la pena visitarlo, ahora empiezan con los platos de verano, increibles!! La sopa de sandia con helado de queso fresco, el arroz cremoso con bogavante... y ellos como siempre de atentos