Confirmar lo que comentaba adriano y, si buscáis las delicias de Xavier, su antiguo propietario, remitiros al "mimolet", versión mejorada del antiguo Galligans:
https://www.verema.com/comunidad/mesasyvino/restaurante.asp?restaurante=2533
Han cambiado de propietarios y ya no es lo que era. De la noche al día. Bastante mediocre y sin ilusión. Una pena. Esperemos que en Girona apunten nuevos valores que merecen la espera. Soy el primer decepcionado por este cambio radical.
La nit era molt trànquila (jugava el Barça). Cuina innovadora, amb una acurada presentació. El bacallà amb humus exquisit. El capraccio de peus de porc molt bò, però una mica massa consistent. Delicioses les verduretes a la planxa. La cristelleria Spiegelau. La carta de vins encertada, però recomanaríem tenir-ne una d’única i no una per a cada tipus de vi.
L’amabilitat i la conversa dels seus propietaris ens varen fer passar un fi de sopar delicios. Si tornem per Girona ens hi dixerem caure un altre cop.
Cocina renovada e innovadora. Combinación de platos atrevidos con recetas clásicas incorporando nuevos elementos. Materias primas de gran calidad. Buen servicio de vino, carta con numerosas referencias de Magnum. Muy recomendable.
Cocina sorprendente y de calidad, sobretodo en el apartado postres. El Bacalao, esta vez con humus y el filete al punto, realmente excelentes. Lo recomiendo vivamente... Un sobresaliente también para el servicio, rápido y eficiente... Lo de los fumadores, desafortunadamente sigue siendo la lacra que uno tiene que sufrir cada vez que disfruta de una buena comida en cualquier restaurante de España... pero poco queda para que podamos degustar del ágape sin que el simpático de turno, de la mesa de al lado, nos apeste plato si, plato también...
Seguimos con la dinámica ascendente. Si este restaurante cotizara en bolsa, sería un valor seguro. Albert, el chef de postres, está realizando un esfuerzo por aportar sus crecientes conocimientos, lo que da sus frutos de forma muy satisfactoria. Han ampliado la carta de vinos y ofrecen nuevas creaciones que Andreu, el chef, no deja de estudiar desde diversas perspectivas. Creo que la gente se fija poco en los "licores variados" de que disponen y me parece que este es un restaurante que no conviene masificar ni poner simplemente "de moda". Sería caer muy bajo. Va más allá: la ilusión y la profesionalidad en su máxima expresión.
Estoy, en general, bastante de acuerdo con los comentarios anteriores, aunque tengo algunos peros: no existe una zona para fumadores (ojalá os toque una mesa vecina sin fumadores compulsivos), la luz del local, combinada con el color de sus paredes (por la noche) no acaba de ser la más adecuada (¿fashion-victims quizá?). Hay vino a copas, pero escasísimas referencias que, dada la variedad y excelencia del "Menú sorpresa", no dan la talla y dificultan los maridajes.
No todo iban a ser pegas, la cristalería es más que suficiente (Spiegelau), y el trato fue exquisito (puse alguna pega con la combinación "vino de Oporto-quesos") y el hombre se desvivió). Curiosamente, destaco exactamente los mismos platos más abajo apuntados y quiero subrayar que los postres fueron realmente sorprendentes.
Unos 60€ por barba con vino a copas incluído. Tardaremos en volver.
Coincido, la calidad es alta y tiene sitio entre los mejores de Girona. Bueno el risotto con ceps y parmesano, excelente el carpaccio de magret de pato (creo que era de magret), sorprendente el huevo frito con foie y tòfona (trufa). Elevada calidad a precio contenido. La carta de vinos, corta pero bien seleccionada y a precios razonables. Un muy buen restaurante, con el encanto de hallarse en una zona antigua y bien cuidada de la ciudad.
El mejor restaurante de Girona después del Celler de Can Roca por el momento. Con una inigualable relación calidad/precio. Regentado por un profesional con un curriculum envidiable: Mas de Torrent, Moo, etc. Cocina de mercado creativa con un nivel asombroso. Vinos seleccionados y asequibles. Situado en pleno casco antiguo de la ciudad de Girona. No conviene perderselo. Dará mucho de que hablar, sin duda. Ejemplo: sushi catalan (con escalibada, romesco y anchoas, todo de primera calidad), todos los platos de bacalao (acaban de recibir un premio por su cocina del bacalao), los postres innovadores (tiramisú catalan con productos de la tierra). Limoncello casero y un trato exquisito.