Visitamos este local que cuenta con el encanto de una terraza agradable en

Visitamos este local que cuenta con el encanto de una terraza agradable en pleno Sarrià. Nos traen pero el aperitivo sin comentar de qué se trata, el trato de los camareros parco y casi sin solución de continuidad sirven los primeros platos (casi no dan tiempo a respirar). La presentación y la calidad de la comida es buena, y los precios adecuados. El vino temperado y a unos precios 1.5x tienda, pedimos un Petit Chardonnay de Jean Leon a 14 EUR. Las copas, al menos en los blancos no son las más adecuadas. No hay petit fours con los cafes. Salimos a 37 EUR p/p. No está mal, pero no despierta pasión. Local para ir en verano alguna noche en la terraza, agradable pero que no justifica volver muy a menudo.