A la lista

Mi primera visita a este restaurante, tras leer los comentarios de Verema y tras 5 o 6 años de no visitar Toledo, nos decantamos por este restaurante.

Recepción correcta, mesas amplias debidamente separadas, bien vestidas y con cubertería y vajilla adecuadas.

Baño amplios y muy bien dotados de accesorios.

Carta con productos clásicos, sin cocina muy elaborada.

De aperitivo, la casa nos obsequio con tortilla de patatas, que nos gusto a los 4 comensales.

De primero para compartir Mollejas de lechal con setas, muy buenas, revuelto de patata con morcilla, solo aceptable

De platos: dos de rabo, sin deshuesar, discreto, una perdiz a la toledana buena y media ración de foie fresco (media ración por indicación del que tomo la comanda por el tamaño, lo cual es de agradecer, aunque debo de hacer notar que fue el único consejo que emitió) con buen nivel.

Postres 3 caseros y unas delicias de mazapán, justitos los cuatro y con un helado que acompañaba , el mismo para los cuatro ¿ ¿

Vino con buena carta, pero sin impresionarnos, decantándonos por Regajal 06(2) a 27 euros. Servicio de vino , cumpliendo y cambiando copas para 2º botella.

2 Gin Tonic, sin preguntar tipo de vaso, en copa de balón, demasiado grueso

Tras leer los comentarios anteriores, me pregunto que o Rafa no estaba o no tenia su día.

Despedida muy pobre y hasta forzada.

Tengo que hacer mención a un comentario: al solicitar los platos (15.15 ) y solicitar paletilla de lechal , nos comentan que aun no esta acabado de hacerse y ante esto yo me pregunto , si ¿lo van dejar para la cena ¿ o, yo no entiendo nada.

Seguro que no tuve suerte.