En el pueblo

Después de una amplia formación en cocina moderna y creativa hay una vuelta a las raíces y a los productos frescos y de temporada incluso algunos de huerto propio. Se abandonó Ca Duart pero no el menú Carpe Diem como menú degustación de nivel más alto; mismo nombre de menú aunque variando los platos y en nuestro caso dejamos a su total albedrío.

Por supuesto que hay una carta física con los platos a elegir no siendo muy amplia ya que dispone de varios entrantes y 2-3 carnes y lo mismo en pesados platos de cuchara (arroces) y postres.

La carta de vinos de la web es la inicial y ya no es real; hay una carta física de vinos con bastantes opciones de tintos y algo menos de blancos y espumosos más un champagne (al menos no es el de siempre) con bastantes vinos poco frecuentes y con predominio de vinos regionales especialmente alicantinos. Elegimos Serpis de Ferro syrah del Celler de la muntanya (sin D.O. aunque situado en la montaña alicantina), vino de minifundio (3000 botellas) con 12 meses de crianza y que gustó sobre todo para su precio (16€). El servicio consistió en descorche, cata y primer llenado de copas.

El local es amplio de forma rectangular con la cocina, pequeña cocina y la barra al fondo; dispone de buenas mesas de madera con silloncitos cómodos y bien separadas; no hay mantel y sí una vajilla variada y destacable; un armario de maduración de carnes hace de decoración y de invitación a probar; el techo es de cañizo como los silloncitos, y con bastante madera en el local. Me gustó.

No hay problema de reserva porque estamos solos lo que se nos convierte en una comida personalizada en su servicio por el chef Carlos Duart ayudado por María en la sala; el chef elige la composición del menú y con mucha  interactuación decide sobre la marcha, pudiendo acercarnos a la cocina mientras prepara platos. Pese a ello en algún momento hubo un ligero parón de salida de platos (la carne en concreto) quizá por no estar en la dinámica de trabajo, pero mereció la pena.

Lo que nos fue preparando:

. aperitivo: lonchas de plátano fritas y aceitunas donde las primeras son presentadas en amplias láminas muy buenas pero con un exceso de sal importante que obligaba a retirarla con los dedos; las aceitunas, arbequinas creo, cumpliendo.

. panes y aceites: el AOVE El Sierro de la Font de la Figuera mezcla de arbequina y picual en un buen término medio de intensidad. Tres clases de pan distintas

. tomate muy maduro curado en balsámico y con emulsión de anchoa: un entrante sencillo y sabroso.

. coca con cebolla caramelizada y costilla de vaca: la carne hecha en horno de brasas durante largo tiempo y con un punto ahumado interesante. De aspecto parece un torrezno de vaca.

. caña de tuétano y gambas: un mar y montaña sorprendente aunque poco rendimiento del hueso y sí de las gambas. Notable por el mar y sus pendo por la montaña.

. huevo trufado con espuma de patata, setas y migas: un plato con ingredientes para triunfar y la verdad es que están todos buenos y forman un excelente conjunto. Imprescindible.

. arroz cremoso de foie y trufa: un arroz en estilo de un risotto con buen sabor, punto fácil y buenos aportes externos. Más que bien.

. ventresca de atún rojo a la brasa a la donostiarra: muy buena calidad y preparación pero de nuevo un exceso de sal (atún curado en salmuera) quedando algo salado y arruinando el plato que merecía un sobresaliente; decoración con vinagre y rúcula.

. chuletón de vaca vieja de raza frisona madurada 45 días: aquí ya avisamos del problema de sal visto en varios platos y la pedimos sin sal para salar al gusto; la carne, una delgada chuleta (me pareció media cortada en máquina), se veía con cierto exceso de maduración por estar demasiado deshidratada.

. torrija de fartons y helado de vainilla: en lugar de la habitual torrija son un par de fartones hechos como la torrija pero en horchata. Más que bien.

. postre de chocolate que no recuerdo y no dispongo de foto ¿?

Un cremaet final y nos vamos que hay que conducir un ratito hasta casa y ya se hace de noche enseguida. Las sensaciones son de altibajos en cocina y que si antes tenía mucha competencia de locales vecinos en el centro de la capital, ahora en el pueblo, no sabría decir si hay clientes para este tipo de cocina. ¡Suerte!