La Fabrica es un restaurante situado en la parte nueva de Burgos, algo alejada del centro histórico, pero vale la pena el desplazamiento. Está galardonado con un sol Repsol y un Bib Gourmand Michelin.

Al frente de los fogones, se encuentra, desde el 2014, el joven chef burgalés, Ricardo Temiño, que elabora una cocina de mercado con productos locales, frescos y de temporada, con guiños a la cocina tradicional burgalesa puesta al día.

Estudió cocina en Burgos y desarrolló su experiencia en el restaurante del Hotel Landa de la misma ciudad y en stages en el extranjero (Tokyo, Lyon, Bruselas, etc ...) participando en diversos concursos gastronómicos : Primer clasificado en el campeonato de Jóvenes promesas de Castilla y León (2011). Semifinalista Concurso Cocinero del Año (2012). Segundo clasificado en el Campeonato Castilla y León Bocuse d’Or (2012). Segundo clasificado en el Certamen Nacional de cocina (2013). Semifinalista Concurso Cocinero del Año en Madrid Fusión(2014) y Campeón del Concurso de Tapas de San Lesmes (2016).

Nos situaron en una mesa desde donde se divisaba todo el comedor del  restaurante. Este está bien decorado, con buena separación entre las mesas, bien vestidas, con buenos manteles, buena vajilla y cubertería y buenas copas Riedel. El servicio de sala fue muy bueno, amable, cordial y profesional, el servicio del vino también lo fué, se ciñó a la presentación de la botella, descorche y primera cata y algún que otro servicio de copas. Posee una carta de vinos de unas 150 referencias.

Proponen un menú degustación a 56 € y un menú de temporada a 24 € todo incluido únicamente al mediodía . El primero debe especificarse en el momento de hacer la reserva.

Optamos por cenar a la carta

Primeramente nos ofrecieron como aperitivo unos buenos salmorejos

Como entrantes tomamos :

Compartido :

Carpaccio de gamba, sriracha, tomate y ajoblanco. Excelente

siguieron, individualmente:

Alcachofa confitada, foie y panceta ibérica. MC lo encontró buenisimo.

Garbanzos pedrosillanos salteados con carabinero (y su cabeza). Muy rico, aunque hubiese preferido un par de carabineros...

De segundos tomamos :

Canelones rellenos de bogavante, holandesa y erizo (3/4 de ración). En la misma línea que los otros, excelente.

(Las fotos de los siguientes platos por motivos técnicos de Verema aparecerán en el primer comentario)

Rape negro, tomate concassé y bilbaina picante emulsionada (1/2 ración). Delicioso, en su perfecto punto de cocción y de grado del picante.

El pan que acompañó la parte salada fue muy bueno.

De postres tomamos :

Mango, curry rojo, apio y lima.

Nuestra versión del Tiramisú.

Ambos para disfrutar . Un buen broche de oro de la cena.

Para beber tomamos una botella de agua mineral de un litro y una botella de vino blanco, Murua 2019 fermentado en barrica DOC Rioja. Bodegas Murua- Masaveu Bodegas Elciego. Cepajes:  Viura (70 %), Malvasia (20%) y Garnacha blanca (10%). Viñedos de bajo rendimiento de entre 40 y 80 años de edad. Vendimia manual.  Fermentacion en barricas nuevas de roble francés y americano durante 15 días, seguido de una crianza en las mismas barricas, y sobre sus lías, durante 9 meses antes de pasar a los botelleros de la bodega. Color amarillo dorado, intenso, fresco, bien equilibrado con una agradable acidez y un final largo y untuoso, con carácter. Nos gustó.

Finalizamos con dos buenos cafés.

La cuenta ascendió a 56,75 €/ persona. Excelente RCP. Repito como recordatorio lo que dije al principio de mi crónica :  Buena cocina tradicional y de mercado elaborada con productos locales, frescos y de temporada y con guiños a la cocina tradicional burgalesa puesta al día. Cuando volvamos a Burgos iremos nuevamente a visitarles. Recomendable