Con motivo de la celebración de la Copa Davis en Gijón y teniendo dificultades para conseguir habitación, decidimos ir a percnoctar a Oviedo. Estando el hotel en la calle Arguelles y después de tomar unas cervecitas por la calle Gascona, estaba a tope, decidimos ir a cenar a este clásico rte..
Nos presentamos sin previa reserva, no hubo ningún problema y nos facilitaron una mesa. El comedor ha sido remozado, está decorado con litografias modernas y de vivos colores y los cuadros con los distintos galardones y distinciones que han otorgado a Conrado a lo largo de los años. Por cierto en sitio bién visible, el título de Cofrade de Honor de la Cofradía del Hojaldre de Torrelavega.
Las mesas bién vestidas, buena mantelería y cuidada vajilla y cristalería. El servicio es serio, el trato con el cliente correcto y profesional.
Viendo que tenían un menú degustacion "Noche", optamos por el mismo. Estaba compuesto de :
-Gaspacho. Fresco, sabroso. Recordándome los que tomo por
Andalucía.
-Fritos de bacalao.En su punto, buén bacalao y mejor fritura. Muy ricos.
- Croquetas de jamón. Buenísimas, rica y suave bechamel y viéndose el jamón.
- Pulpo con cebolla caramelizada y ali-oli. Sabrosísimo, en su punto de textura. El ali-oli, muy suave, casi imperceptible(no me hace mucha gracia el ajo).
- Carrilleras de cerdo ibérico: Muy sabrosas, con la gelatina en la salsa y acompañadas de una patatas muy bién fritas.
De postre:
- Helado de turrón. Cremoso, sabroso. Rico.
De sobremesa:
- Copa de Cava Aria brut, decliné la oferta. O Gin Tonic, en este caso de Seagrems. Este si cayó.
Acompañamos la cena con un vino tinto Finca la Estacada-2010.Roble. Acompañó perfectamente y armonizó muy bién la cena.
Sin duda es un rte. al que se puede ir. Su cocina es tradicional, la de toda la vida y por eso perdura y hay veces que apetece. Un pequeño detalle que se podría corregir, los camareros cuando a lo largo de la cena te van sirviendo los platos, no te describen los mismos.