En el barrio de Campanar que ya ha quedado incluido por el crecimiento de Valencia pero que mantiene mucha identidad propia, y en el epicentro del mismo, justo al lado de la iglesia, se ubica este local que dispone de un espacio sobre la calle peatonalizada y un local interior tipo tubo con mesas frente a la barra y una zona más cuadrada al fondo.
Es un referente en el barrio para el esmorzar popular (hasta las 12 h.) pero también referente para comida con un buen menú (11.90€) del día (plato único fijo para cada día de la semana -por ejemplo: miércoles gazpacho manchego-) y que tiene una base de cocina muy tradicional en la carta (como los callos con garbanzos) pero sin descartar novedades arriesgadas como el "Stic fartó" (Estoy lleno, en traducción literal) que en realidad es un fartón (producto emblemático valenciano: un brioche a modo de rosquilleta para mojar en la horchata) de steck tartar con aliño clásico y nísperos confitados y chufas crujientes; o la oreja de cerdo a la plancha con erizo de mar y piparras. Casi ná.
La carta de vinos está cuidada (con fotos) y la integran una buena selección de vinos poco habituales en este tipo de locales, lo que es de agradecer. No es extensa pero sí variadas y con tan solo 3 opciones de vinos por copas.
En el apartado del esmorzar hay opciones de diferentes precios (6,50-8,50€) y de nuevo tienes opciones clásicas (el paso de cebra: blanco y negro (salchicha y morcilla) con alioli y otros incluso autollamados imposibles con el bocata de callos. El pan está bien sin ser destacado y el tamaño es de media barra.
. bocadillo de rabo de toro x 2: guiso de rabo de toro, patatas fritas y un par de yemas de huevo. Previsto para apretar bien el pan que rompan las yemas y unten la miga de huevo y hasta chorree al morder hasta mancharte la camisa; relleno muy correcto. Espectacular.
Rematamos con un par de cremaets bien preparados pero que resultaron demasiado dulzones por lo que repetimos de cafés pero no de cremaets.
Sitio para volver a esos almuerzos imposibles pero también a esos platos a medio día complementados con un tapeo de combinaciones sorprendentes. Cuando pase la caló ...