Tenía reservado este restaurante , con muchas expectativas desde hace un par de meses. Hablaban de una cocina novedosa en Haro , interesante y creativa. Es justo lo que ayer encontré , junto a la estrella que le dieron esta semana. El menú largo y su precio todavía no ha sido modificados( 79 euros, excelente RCP). El establecimiento impresiona , sobre todo  el comedor principal. La solución arquitéctonica que le han dado , ya de por sí, merece la pena. Discreto , elegante , interesante..me gustó mucho. Cocina excelente, delicada y a la vez con intensidad y fuerza en muchos momentos. Parece consolidada y eso me gusta. La excelencia la encontramos en los lágrima con tendones del Maresme y las habitas con crujiente de rabo , sencillamente espléndidos. Varios entrantes curiosos y bien ejecutados. Un lubina con espinacas guisadas magníficas y un carne que parecía infiltrada con queso diferente a lo habitual. Quizás flojearon los postres faltos de intensidad, algo de ruptura o contraste sí echamos de menos. El servicio del vino ágil y diligente y con el comensal , no contar él. Excelente experiencia, estrella merecida, me alegro por Haro , ya era hora