Luces y sombras

Visita con la garantía de los orígenes en Bétera y recomendación de @JUANEUGE y fuera de las apreturas que hay en La Eliana en verano, sobre todo por las noches. La zona es la avenida exterior (a modo de corredor) del casco viejo de la población, donde se amontonan las opciones de restauración, aunque no conozco ninguno de alto nivel sino más bien de locales de menú a medio día y tapas por la noche mayoritariamente. Entre ellos destaca este local con una buena terraza exterior. Allí, previa solicitud, nos ubican.

Mesas pequeñas y que vuelven a estar algo apretadas (aún alejadas a lo que se gastan en París) con mantel individual de papel tela, vajilla copas y cubiertos básicos. Servicio eficaz (a veces demasiado rápido) y abundante, amable y cercano sin excesos. Ritmo de salida de platos de cocina bueno si bien es cierto que empezamos el turno en solitario, pero también lo fué al final de la comida donde los cafés vinieron antes de acabar el postre.

Buena oferta en carta con muchas opciones de tapas / raciones (código QR) más un menú (14€) del día laborable (cuartilla impresa con detalles) que incluye entrante principal y postre (a elegir entre 3-4 opciones) más café, pero no la bebida. Al sentarte ya te ofrecen, por cortesía de la casa, unos cuencos con unas buenas aceitunas y otro con cacaos y almendras fritas; también un correcto pan en rodajas.

La carta de vinos tiene referencias más bien clásicas con mucha presencia de Rioja y Ribera en tintos y se hecha de menos vinos más actuales. Tomamos una de agua sin gas grande, una caña de cerveza sin filtrar de El Águila y un vermut blanco traído servido desde la barra y del que no hubo información espontánea.

Para comer compartimos unos entrantes y luego un arroz individual más el postre. A saber:

. ensaladilla rusa, (con perdón, no sé si habrá que cambiar el nombre): demasiada presencia de patata y poco más. Muy cuidada la presentación con un bonito detalle de la marca del local. La recordaba de Bétera mucho mejor. Regular.

. tortitas de camarón: dos unidades de tamaño pequeño, bien fritas, crujiente medio y algo de restos de aceite. Correctas.

. 2 x pan bao de pulled pork con crema de queso, pepinillos encurtidos, cebolla crujiente, rúcula y mayo oriental: 2 pan bao para cada uno bien presentados, sabrosos y con relleno correcto. Bien.

. paella de sepia sucia con calamar, gambitas y alcachofas: buena ración, arroz en un punto algo más al dente de lo habitual (que agradezco) con buen fondo, buena cantidad de tropezones y entre ellos alcachofas laminadas que creo se han olvidado poner durante la cocción y que tras un rápido (rápido no, lo siguiente) paso por la plancha se han mezclado en el plato con el arroz, quedando algo duras. En los siguientes servicios del arroz en otras mesas no había alcachofas. Aun así un buen plato.

. postre: una de fresas (fresones en realidad) cortados y en copa con buen momento de madurez. La otra opción ha sido cheescake con chocolate que, traducido al español, ha sido una mousse de café o moka con polvo de chocolate por encima, que no repetiría nunca más.

Unos buenos cafés finales, que ya se enfriaban por el exceso de premura en servirlos a pesar de advertir que los queríamos después de los postres.

Al irnos vimos unas buenas carnes compartidas que me recordaron cual era el motivo principal de ir a Bétera. Maldita memoria. Igual no acertamos nadie.