El comentario anterior dice casi todo, de lo que he observado solo añadir que las combinaciones en los platos esta bien conseguida, carta justa pero creativa y sugerencias de mercado excelentes setas salteadas y un rape al vino tinto con camagros exquisito la atención formal, lugar agradable muy recomendable para una comida de negocios, un pero la labor del metre un tanto distante con la devolución de un plato lo cambiaron por otro y no vino a preguntar que tal estaba este segundo, pero como he dicho era el rape y estaba bien

Restaurante donde se come bastante bien. La carta es reducida, pocas referencias, pero bien conseguidas. El local es elegante, con buenas mesas, excelente separación en las mesas, y servicio impecable. La carta de vinos es buena, con muchas referencias, y el sommelier: un diez. Aconseja de los caldos, te explica el vino, su propietario, la historia, los viñedos...perfecto. Como la perfección no existe, algunos peros: 1.La decoración del local, particularmente, no me gusta (pero sobre eso puede haber discrepancias). 2.El trato, muy profesional, elegante y correcto, resulta un tanto distante. 3. Restaurante ideal para hacer negocios y de empresa, lo veo frío para ir con amigos (mi caso ayer) y peor para ir con pareja. De todas maneras, felicidades, porque se come bien, se bebe mejor, y también, como no, se paga, pero si vale la pena...

Uno de mis favoritos en Barcelona

La separacion de las mesas amplia, el servicio del vino es formidable, tanto Cesar Canovas como el joven Arnau son increibles, algunas veces he pedido maridaje de los platos y otras he podido disfrutar de una buena conversacion sobre que vino pedir, siempre con amplias explicaciones que hacen que ademas de disfrutar del vino, aprendas y lo compartas virtualmente ademas de tener un precio mas que correcto.

Lo unico que veo mejorable es la carta que es un pelinnnn justita pero con el amor que le tengo al vino y el trato que le dan se lo perdono.

Para mi fantastico, eso si fashion lo que se dice fashion no es, ni falta que le hace!

Como siempre fantástico, el menú perfecto, el vino siempre nuevo y original con una muy buena relación calidad-precio, el servicio muy profesional y atento.

Realmente el servicio del vino ha sido espectacular. La carta interminable. El somelier muy entendido, nos hemos dejado aconsejar tomando vino por copas y no nos ha defraudado, con explicación del por qué de cada maridaje. La comida ha sido correcta, la merluza quizas un poco pasada, pero el bacalao con cerezas muy recomendable. Los postres fabulosos (maridados con un Kracher fantástico). A mi el entorno me ha parecido perfecto, mesas separadas, temperatura adecuada, zona de fumadores... El servicio también ha sido eficiente y atento.

Siento no coincidir con contigo compañero. Estaba dispuesto a disfrutar de una noche en este restaurante ya que me lo recomendaron y me decepciono completamente su carta, muy simple y poco elaborada ( no asi en los precios).
Mi segundo plato fue mediocre, un cordero frio y nada meloso (mas bien duro).
Total, me soplaron el dinero y no cene. Me senti estafado. Lo siento.
En cuanto al vino, no ouedo opinar.
Estuvimos 4 personas en la sala privada, y era principio de verano, pues tenian el aire acondicionado a tope, y nos helamos. Se lo comentamos y no hicieron nada por arreglarlo.

Pero su punto fuerte, sin menospreciar su cocina, es sin dudas todo lo relacionado con el vino y su servicio, no en vano, este apartado lo lleva el hijo de Cesc, César Cánovas, cuyo prestigio, forjado a base de ganar campeonatos de Sommeliers, tanto a nivel nacional, como internacional, y un trabajo constante, dotan a su carta de vinos, como una de las más variadas y “divertidas” (Para los enochalaos es una gozada) selecciones de vinos de toda la ciudad. Referencias virtualmente inexistente a precios comedidos (Hermitage 96 de J.L. Chave a 84 euros, La Fleur de Boüard 99 a 31 euros, Dr. Burking-Wolf Rupertsberger Gaisböl Riesling 98 a 32 euros, Alliet Chinon Coteaux de Noirée 2000 a 22 euros y un largo etc.). Carta compensadísima por todos lados, con la opción de unos cuantos vinos generosos y dulces servidos a copas. La cristalería utilizada es sobretodo Spiegelau, pero también utilizan otras, en caso particulares, como en la decantación.

En el subterráneo tiene una cámara climati

Restaurante situado en pleno centro de Barcelona, el local es confortable y bien iluminado, con una decoración que le aporta un buen toque de distinción. El servicio de sala es exquisito, y Cesc Cánovas le aporta un toque de familiaridad, lo cual permite un ambiente más relajado. La cocina, orientada hacía la cocina de mercado, sin complicaciones ni riesgo, pero si aportado seguridad en si misma, se muestra fiable y con raciones que sacian.