Volvimos

Tras varios intentos fallidos para reservar mesa, finalmente conseguimos una para el viernes de esta semana, a la entrada además del preceptivo gel hidroalcoholico uno de los camareros toma la temperatura a los clientes, un sobre con los distintos menús están colocadas en las mesas y son de un solo uso,  como en la anterior visita ya probamos el menú denominado de cine en esta ocasión nos decidimos por el menú diario que tiene un precio de 18,50.

Este tiene tres opciones de entrantes, tres segundos y tres postres, incluye pan y agua osmotizada. Es preceptivo pedir el postre al hacer la comanda.

Unas aceitunas de diversos tipos servidas a modo de aperitivo.

Los entrantes elegidos fueron

-Tartar de salmón marinado , naranja, fresas, sésamo negro, rábano y remolacha muy buen salmón y presentación visualmente muy colorida.

- Huevo de payés poché, butifarra de perol, parmentier de patata y trompetas de la muerte.

Seguimos con

-Dorada a la plancha, sanfaina y ajos tiernos

-Entraña de ternera con salsa de pimientos del piquillo, avellanas y mostaza. La carne poco hecha tal y como la había pedido.

Los postres, los dos coincidimos en el mismo,  chocolate 70%, helado de café, cereza y amaretto.

Muy buen menú, diseñado y hecho con ganas por un buen profesional.

Pedimos un blanco de la denominación Terra Alta, Rebels de Batea una garnacha blanca elaborada por Celler 7 Magnífics de Batea, el servicio consistió en presentación, descorche, cata y primer servicio

Dos buenos cafés pusieron fin al menú.

El servicio correcto, un restaurante a tener en cuenta, con una buena opción de menú diario.